ME HE VENIDO PRONTO, PORQUE NO ESTABA BIEN

Tras cenar con unas amigas, mi amigo y yo, después hemos ido a comprarme una bolsa de palomitas, mientras ellas nos esperaban para comer chocolate con churros, pero me empezó a entrar la depresión, tenía frío, estaba hecha polvo y no me he quedado a la verbena, pues me he venido a mi casa y me he acostado. 

Estaba pensando en la gente, que pudiendo haber cambiado y sido buenas personas, han estado siempre mal influenciadas y no han podido tener personalidad, porque se han dejado manipular por personas, que no se fían, porque no son de fiar, son egoístas, con fondos malos, todos los ladrones se creen que los demás son de sus mismas condiciones, son pueblerinos incultos, ignorantes machistas y mulos que llegan a trastornar la mente de otros individuos, que dejaron pasar el tren de la verdad buena, desinteresada, llena de amor, de entender para ayudar, de promesas reales, de entrega total olvidándose de ellas mismas, y los convierten por idolatrías estúpidas a esos machistas de mierda, con eso de la sangre y que no quieren a nadie, que no sea de ellos, en seres dignas de lástima, pues entre todos la mataron y ella sola se murió. La personalidad es fundamental, para defender aquello que se quiere y se valora realmente, abrir el corazón de par en par, contestar lo que se merece más de uno, no dar explicaciones, no murmurar a las espaldas, no ser la dueña de su casa y hacer lo que los demás quieren, ir con la cara alta sin esconderse de nada, cuando ya todos conocen a esas personas, y sobre todo: no hacer promesas falsas y poner los cuernos estando con su pareja enferma, cuando más la necesita y la deja sepultada entre malos tratos y toda una serie de barbaridades delictivas, que ahora la llevarán, junto a sus cómplices a una situación muy embarazosa.

Hay un refrán que dice: Quien por su mal muere, que nadie la llore, pero en el fondo me da pena, pues el tiempo y los hechos, le harán recordar, que no me he equivocado en nada, cuando me dejó tirada como a un animal y el reloj de la vida se lo irá haciendo experimentar y comprender, pero las malignas influencias y una enfermedad, que no soporta los malos momentos, porque no amaron nada ni sintieron gratitud, excepto pensar en los intereses y llegan a la violencia y a la agresibidad para hacer tomar la decisión, a quien nunca hubiera actuado así, al final hacen lo que sea y llegan a límites insospechados y se convierten en la vejez, en amargadas a quienes nunca les halagaron, ni las valoraron más que para sacarles y cuando se dan cuenta....es demasiado tarde.