TE QUIERO Y SIEMPRE TE QUERRE
Diálogo mío con mi hija, donde quiera que esté
Te quiero, te querré siempre, pero tu no lo quieres reconocer, en mi corazón llevo tu nombre y en él está grabado como onzas de oro que no valoras, porque no sabes lo que eso para sentirlo por mi.
Yo no te guardo rencor, ni tampoco te olvido, pero en mi soledad cabalgando en silencio, ya estoy rota del todo y me pesa demasiado la carga del dolor y el sufrimiento.
Los colores de las cosas ya no se como son, porque no me importan en absoluto, me agobia la vida y tu ni te has enterado de nada, vives feliz sin querer darte cuenta de que existo y no soy humana para ti.
Ahora no soy ni sombra de lo que fui, pero tengo claro que el pasado se lleva dentro y no se va nunca, pues persigue a los que sabemos sentir.
No se cree nadie, que llegan momentos en que de pena se pueda morir, pero yo ya me siento así y enterrada en mi nicho interior, cansada de todo y sin fuerzas apenas para poder sobrevivir.
Un nacimiento equivocado porque no era este siglo para mi, pues soy demasiado profunda, sensible y honrada con los traumas de una vida pasada, que me han devuelto al presente, para no superarlo jamás.
Me han cambiado los hechos y me han hurgado en donde sabían que me iban a matar, pero solo me apoyo en mi psiquiatra, en mi psicóloga y poco más.
En la batalla que me han librado he estado sola y de eso se han aprovechado, pero tu sabes que te quiero y que te di mi amor entero cuando te tuve entre mis brazos aquel día, que nunca olvidaré.
Te quise más que a mi vida, te quiero y siempre te querré, aunque no me tengas en tu corazón y no exista para ti ni tan siquiera por equivocación.
Si cariño mio te quiero y mientras me sale del alma decírtelo, las lágrimas se me derraman a chorros y seguiré vagando por el mundo sin que nadie sepa que existo, pero yo lo se y me moriré sola, cuando ya no tenga a mis pequeños y se lo pida a Dios, pues nada me queda por hacer en este mundo, al que vine por error.
Cuando te lleves a mis pequeños, toca a mi puerta y llévame dormida, a donde pueda despertar con ilusiones, sin dolores ni heridas.
Cuando te lleves a mis pequeños, toca a mi puerta y llévame dormida, a donde pueda despertar con ilusiones, sin dolores ni heridas.
Si me quisieras de verdad como dices en este artículo, no harías las barbaridades que estás haciendo conmigo, sin motivo ni razón. El amor es otra cosa, lo tuyo es odio hacia mi persona, despecho y venganza. Sabes que te he tratado como a una reina, que te he querido más que a mi vida y tú me has pagado con denuncias y llevándome al cuartel. No me importa dejarte este comentario, porque tan sólo digo la verdad y tú lo sabes. ¿Acaso crees que con ponerme tantas denuncias ibas a recuperar mi amor? Me has pagado con ira, desprecio, rencor y venganza, después de hacer todo lo que hice por ti y por los pequeños. ¿Por qué me haces todo esto, Carmen? ¿Por qué cuentas tantas mentiras a todo el mundo? ¿Porqué siempre llevándome al juzgado acusándome de todo, cuando tú sabes de sobra que no me puedes acusar de nada, porque nada te hice? ¿Por qué no dejas ya todo ese rollo de maldad que llevas hacia mi humilde persona y empiezas una nueva vida? ¿Cómo te atreves a decirme cariño mío, si me estás clavando un puñal en el corazón? Mira lo que te digo: me puedes denunciar las veces que quieras si eso te hace feliz, pero cada vez que lo hagas, te sentirás más desgraciada porque no tienes motivos y tú lo sabes, no me importa que publiques este artículo, solo quería que la gente que te visita, sepa que me estás matando poco a poco con todo lo que me estás haciendo y no yo a ti como les cuentas siempre con tus falsos escritos. A pesar del daño que me has hecho y sé que me seguirás haciendo, te deseo lo mejor en este año y siempre y que ganes ese juicio de la Seguridad Social que bien te mereces. Sólo te pido una cosa: vive y deja vivir, piensa primero y actúa después, quizás así seas muchísimo más feliz. Con todo mi respeto, recibe un fuerte abrazo.
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