EN EL SILENCIO DE LA MADRUGADA

En el silencio de la madrugada, cuando me despierto de tanto dormir, escucho tu voz que me llama y pronuncia mi nombre con la pena de no poder estar aquí.

No sufras mi amor, yo también te llamo, pero por mucho que corres a mi encuentro y yo al tuyo, nunca nos alcanzamos.

Quizá llegue ese día tan esperado, en donde la cuna de la dicha nos espere y podamos amarnos sin final alguno, en donde nuestras almas se unan con las cadenas de oro llamadas "EL VERDADERO AMOR", en donde cuando llegue el coche de la muerte me sigas mirando cogida de la mano, para decirme que me seguirás amando cuando te reúnas conmigo, ¡MAS ALLÁ DE LA ETERNIDAD!.

Mis manos temblorosas y suaves desean acariciarte y las tuyas tocarme, con la delicadeza de una mujer romántica y sensible, en donde nuestros espíritus se comuniquen  y alcancen el climax del más profundo sentimiento y precioso del mundo.

La fusión de nuestros seres en uno solo, que no puedan vivir separados y se necesiten como el sol y la sombra, como el cielo y la tierra, como el agua para calmar la sed, como los alimentos para satisfacer el hambre, sí, mi vida, eso tendremos tarde o temprano, cuando nos juntemos y sin importarnos el que dirán, podamos amarnos siempre sin pensar en que hay gente a nuestro alrededor, libres como el viento, con la blancura de la paloma de la paz, con la pasión del fuego y la inmensa felicidad del color del mar, en donde cada estrella lleve un susurro de nuestro amor, la sonrisa de vernos como dos niñas que se mirar sin parar, con el pudor de ocultarse, para no sentir celos de nuestro amor....el más bello que pueda existir.