MI UNICO PROYECTO EN ESTA VIDA

Mi único proyecto si se puede llamar así, es dejar que se me haga justicia y salir de este lugar lo antes posible, pues de seguir aquí, me muero de las puñaladas bestiales que me han metido y porque no puedo soportar el cinismo de la mayoría, viéndome en silla de ruedas, para reírse y darme de lado por culpa de una ladrona, que me martirizó en la enfermedad y me robó lo que tenía, para tenerme bajo el terror y conseguir ponerme de lo peor por todos los sitios, para sentirse a gusto con una conciencia inexistente y que con su cara de rabia y discriminación le gustaría verme muerta y seguir con su doble vida conocida por todos y de la que me ha culpado a mi, por no decir que la había dejado yo y empezar la gente a murmurar que eso no era de ser buena, ni de quererme, abandonarme porque estuviera enferma, harta de verme todos los días y hasta la coronilla de mi y de mis pequeños y todo eso sin estar nunca conmigo, ni hacerme nada.

No era la mujer de mis sueños, era el monstruo de mis pesadillas lo que me esperaba a los 49 años y todo por idiota, inexperta y confiada, que le sirvió de mucho en lo bueno y por si llegaba algún contratiempo que no le conviniera, se protegió para tenerme en silencio y llena de pánico con sus tratos inhumanos y amenazas, por algo que me sustrajo con una maldad sin límites.

Ya han pasado estos días en los que tanto he llorado, rezo para que todo pase cuanto antes y empiece a ver cosas, para salir de este podrido lugar, en donde se pueden contar con los dedos de las manos las personas con corazón que puedan haber y que no tengan lenguas de víboras, que te clavan el veneno y se relamen de gusto.

Es vergonzoso que llamen forasteros hasta a los que viven aquí siendo manchegos, pero es que este lugar es algo que nunca pensé que pudiera existir. Solo son dignos de alabanza y se desviven conmigo los organismos pertinentes que no me han dejado de lado en ningún momento, sabiendo en la situación que me encuentro, los doctores que me han llevado y mi gran psiquiatra y psicóloga que ha estado pendiente de mi estado a cualquier hora. Tenía razón mi doctora al decirme que mi salud está por encima de todo y que aquí iré empeorando, por lo que mi decisión es firme y en cuanto pueda hacerla realidad, me marcharé sin saber lo que me tendrá Dios preparado para poder sobrevivir a tanto daño, tanto ensañamiento y tanto dolor, tan solo por haber amado de verdad, haber confiado y por el delito de quedarme minusválida.