EL TERRIBLE FIN DE SEMANA

Tengo ganas de acabar con mi casa y dedicarme, los fines de semana, a viajar cada vez a un sitio, pues hasta que no llega el verano, ésto es un aburrimiento terrible. Hoy, no me han venido a arreglarme, por cuestión de la gripe y no he visto la calle ni por error, tampoco me importa, porque no tengo ganas de salir, pero los días pasan y aunque estoy relajada y tranquila, unas veces por mucho que llueva estoy alegre y sin embargo sale el sol y estoy hundida, no tengo lo que necesito para ser feliz en esta vida. Ahora, con el buen tiempo que se aproxima, pienso si no pasa nada, distraerme al máximo en cuanto me apunten en la asociación, e ir a todos los acontecimientos de diversión, pues me doy cuenta, de que me hago mayor y cada vez estoy mejor sola y eso, no es nada bueno para mi. Lo único que hago es ponerme mis series favoritas y me las veo una y otra vez, pero siempre acabo llorando y cojo unos soponcios espantosos. Mis pequeños están aquí conmigo, dormidos y me los sacan todos los días tres veces, una muchacha que tengo contratada, están deseando de verla y se ponen contentos y le hacen fiestas, porque saben que se van al campo. El día 11 voy a hacerme las analíticas, posteriormente al hospital para verme los riñones y la vejiga y al final, me llevará la ambulancia a Albacete, para los resultados.

Las fiestas de aquí, son una pasada según me han dicho, pues las vi una vez y se me ponen los pelos de punta, así que saldré más y lo veré todo.

Hay un dicho que dice: Ojos que no ven, corazón que no siente, es verdad, pero aunque sobrevivo y mi paz es total, hay cosas que por muy lejos que estés, no se olvidan nunca...