REGALOS IMPREVISTOS

He pasado el día de mi onomástica más importante de mi vida, jamás pensé que iba a recibir tantos regalos, tantos besos, invitaciones y ahora, acabo de llegar de cenar en el parque con unos amigos. Estoy agradecida de como la buena gente de aquí y además culta y sencilla, me respetan, me escuchan, se desviven y no puedo quejarme de como todo ha dado la vuelta, porque Dios me ama y me recompensa, pues no hay una sola noche, en la que no le cuente lo que hay en mi corazón y mi alma, sin tener que ir a una iglesia, para llevarlo en mi interior y me cuide en todos los sentidos; aunque sea con mucha ayuda para vivir sonriendo con pastillas sin parar, alguna vez cuando duermo me vienen las pesadillas, pero mi gran psiquiatra sabe lo que me da y estoy en las nubes, pasándolo muy bien y luchando por la justicia, que aunque no hay dinero, soy escuchada y hacen lo que pueden.

Ahora solo me falta lo que de verdad anhelo y es mi sueño, para eso solo me queda esperar y llegará, quien necesita verme no puede pasar sin controlarme, no se lo que quiere ni lo que busca, porque el miedo que tiene le puede, el orgullo más todavía, sabe que quisiera hablarme, pero le asusta por la maldad que la domina y la influencia, no le guardo ningún rencor, al contrario, me da pena de ver que en todo le acierto y no puede reconocerlo por esa coraza que tiene  puesta y la ciega de tal manera, que se la come la prepotencia y no puede ser humilde, gritando la verdad que no desea reconocer, ni pienso pedírsela.

El jueves me voy de viaje, mi amiga me espera y me ha comprado algo, no tenemos nada, solo una bonita amistad, pues sabe que ahora aun no puedo enamorarme, porque tengo muchas cosas en mi corazón y en mi mente que no puedo olvidar, pero nunca se sabe si en el futuro me llegará a conquistar, solo puedo decirle que disfruto charlando, paseando y cuando me llama no paramos de comentar varios temas de actualidad.

El amor es mi dueño y lo llevo conmigo, no me deja endurecerme y cada vez es más grande, pero no quiero que me vuelvan a engañar, ni a menospreciar, ni a ponerme complejos, ni quiero infidelidades, porque para mi es algo sagrado y defiendo el amor por encima de todo lo demás, porque cada cual busca su propia felicidad, y eso es tan cierto como que me llamo Carmen Morant. Pronto viene mi amigo Miguelito y quiero ayudarle, porque lo va a pasar muy mal con el despido, pero lo ayudaré en todo lo que pueda, como él me quiere y me lo demuestra estando pendiente de mi. 

¡TE QUIERO AMOR!