DIA A DIA EN EL TUNEL DE LA OSCURIDAD

Día a día vivo en el túnel de la oscuridad y el dolor, todo es siempre lo mismo y las calles me recorro por las mañanas sin rumbo y con los azotes de los recuerdos sangrantes.

¿Qué es el fuego del infierno?... lo que yo estoy pasando aquí, pues aunque no esté muerta, así me dejaron a pesar de que mi corazón siga latiendo.

Cada golpe, cada herida, cada traición, cada insulto, cada mentira, cada rabia, cada burla, cada mirada de tirria, penetraron en mi interior de tal manera, que camino errante destrozada, para entrar pronto en mi casa y refugiarme de esas telas de araña que me quieren atrapar, para comerme viva una y otra vez.

El tiempo de la vejez se va notando en las caras de las que no han tenido entrañas, para verme una inútil que ya no servía para nada, un trasto sin sentimientos al que tirar a la basura después de pisotearla.

Las fuerzas para luchar contra un ejército yo sola, me han debilitado, pero las pocas que me quedan, serán para ver la luz de la sabiduría terrenal y la figura de los que han pecado. 

Duermo más horas que estoy despierta y solo así me siento bien, pues mi mente queda anestesiada y no sufro, porque no puedo sentir nada y mis ojos no se inundan de lágrimas.
Las huellas de un daño despiadado, de una brutalidad sin calificativos, de una marca que ya siempre irá conmigo, no sanarán nunca, pues tengo que esperar impaciente salir algún día de este volcán que me abrasa; pero mientras tanto, vago por aquí con mi alma rota en mil pedazos y con un manantial de lágrimas de tanta tortura y de tanto daño.