LA BELLEZA DE UNA PALABRA

La palabra Amor es mi locura, es mi sufrimiento y es mi anhelo para el mundo, es el agua fresca y pura que nace de un manantial y que debemos beber para curarnos.

El Amor es angelical, es maravilloso, es el ojo de la sabiduría, es el romántico de la sensibilidad humana.

¡Hay amor! ¡cuanto te quiero y te deseo para todos! ¡Sólo tú vales la pena y acabarías con los males que nos enferman!.

¿Por qué te adoro tanto si no hago más que sufrir por sentirte? ¿será porque para los demás no existes?.

Amor sin deseo, amor dulce, amor con el corazón, amor con el alma, amor de amistad verdadera, ¡lo que sentí una vez y estoy triste porque en ella no nacieras!.

Amor tu eres muy grande y puedes albergar a mucha gente, pero eres sabio y te manifiestas con fuerza con quien te tiene viviendo en su interior.

Ahora sufro porque no puedo conmigo misma, permanezco en silencio, envuelta en la melancolía de no poder compartir mis cosas, ¡con quien un día me escuchó y sonreía!.

No puedo saber qué será de su vida, ¡vuela a su encuentro y contagiala de ti, para que se acuerde de que soy yo!.

Soy yo, con mis defectos y virtudes, pero noble, fiel, verdadera y como le dije un día; ¡cuando quiero lo hago para toda la vida!.

No guardo rencor, me arrepiento de mis fallos, pero en la distancia la recuerdo y no puedo evitarlo.

Cuanto más quiero olvidar, más recuerdos me llegan a la mente, de alguien que conocí y que era muy diferente. Busco a aquella, aquella que me hizo sentir querida, valorada y comprendida, aquella que me observaba y se preocupaba de mi, aquella que parecía quererme y sin embargo...¡ahora ya no está aquí!.