He estado algún tiempo sin escribir nada y la verdad sea dicha es que no he tenido ganas, pues han ocurrido muchas cosas y mi ánimo estaba muy bajo.
Este verano pasado, lo pasamos muy bien en la playa y pudimos disfrutar mi mujer y yo de un verdadero verano, ya que aquí ha sido un tanto raro y no hacía el calor que a mi me gustaba. Nuestros pequeños salían y gozaban a rabiar por el parque y en el apartamento estuvimos en la gloria.
Todo cambió cuando regresamos, pues mi mujer empezó a no estar bien de salud y tuvimos que ir al hospital tanto para ella como para mi.
Mi ángel de la dulce pena tiene unas cuantas hernias discales mal y toma tratamiento para la tiroides, por eso está delgada y la tensión siempre la tiene por los suelos, pero es fuerte y se ocupa de cambiarme y de hacer la comida o lo que haga falta, cuando se va la chica que tengo, para atenderme por las mañanas.
Por una parte, mis bichos en la vejiga me han dado mucha guerra, pero mi urólogo me ha recetado una vacuna hecha a propósito, para ver si al final me los acaban matando creándome defensas. Por otra parte, mi mujer sufrió esta semana un desmayo, que la dejó sin conciencia y me vi impotente, muy mal y con un dolor, que no se lo doy a pasar a nadie pensando que la perdía. Estuvo dos horas sin recuperar el conocimiento y todo ocurrió cuando llegábamos a casa y de repente se me cayó al suelo golpeándose también en la cabeza. Gracias a Dios vino la ambulancia enseguida y en el hospital la reanimaron con unos electrochops que le hicieron por si se trataba de un infarto, por lo que volvió en si y le enviaron tras un breve ingreso y con el alta voluntaria a sabiendas de que otra persona pudiera necesitar la cama, a nuestra casa.
Mi mujer siempre piensa antes en los demás que en ella misma, apenas recuerda nada, ni tan siquiera que estuve junto a ella sin moverme de su lado, pero lo sabe que estuve ahí, porque es toda mi vida.
Ahora se tiene que hacer pruebas y esperar los resultados, pero os puedo garantizar que me ha salido el sufrimiento que padecí y lo inútil que me sentí cuando la veía en el suelo y no podía hacer otra cosa más que llamar por teléfono.
Lo importante es que todo quedó en un buen susto y que ya voy a volver a escribir lo máximo que pueda, pues me hace mucho bien y es recomendable para mi mente.
Quiero felicitaros y desearos, que se hagan realidades vuestras ilusiones para este año que hemos comenzado, y que seáis colmados de bendiciones...
Espero que las dos se recuperen y les mando un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias amiga y también te devuelvo un abrazo.
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ResponderEliminarHola Carmen guapa, para nada te sientas inutil, tu mujer te necesita tanto como tu a ella, pronto os recuperareis las dos si no del todo lo bastante para disfrutar juntas y seguir gozando la maravilla de haberos conocido y enamoraros.
Animo Campeonas, un saludo carilñoso
Mariano
Hola Carmen,siento leer esto pero ya verás como todo acaba bien y volvéis a esa normalidad de cuando estabais en la playa,felices y bien.Bueno,yo estoy segura que tu mujer no tiene nada de importancia porque los Ángeles están protegidos por el mismísimo Dio y ustedes,sois dos Ángeles.
ResponderEliminarBesos para las dos:):)
Querida amiga: Muchas gracias por tus deseos y me anima saber que no me olvidáis. Un abrazo
ResponderEliminarHola querida Carmen , ya está todo dicho lo lamento , eres fuerte ya verás cómo vuelve a estar lo mejor qué se pueda , es la primera vez .. qué te visito tenía una ganas enormes y se me pasaba disculpa así me paso , bueno ya estoy es hermoso tu Blog de lujo .. mil felicitaciones corazón !!
ResponderEliminarQuerida amiga: Unas veces mejor y otras peor, pero siempre aguantando estos contratiempos y mirando al frente. Gracias por visitarme pues me ha dado mucha alegría. Un abrazo
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