MERCADO ESPECIAL

Ayer, día de la Constitución Española, hubo mercado aquí y fue muy especial, pues el sol brillaba con fuerza y estaba a tope de gente. Mi mujer y yo fuimos de compras y me regaló un chaquetón precioso y tras comprarnos un carro, para llevarlo todo, regresamos llenas de felicidad a nuestro hogar, para sacar juntas a nuestros pequeños, los cuales están mucho mejor desde que su nueva mamá los saca y los quiere tanto, pues ya no ven la pena y los llantos, que invadían mi vida y solo me ven dichosa a más no poder y riendo siempre.

El jueves, nos fuimos a Casas Ibañez a invitar a una pareja, que son los únicos amigos que tengo allí y nos hicieron un regalo precioso y lo pasamos bomba, pero solo estuvimos hasta después de comer y regresamos con el sol fuera, para que no se hiciera de noche. Estuve muy tranquila, porque ese pueblo no significa nada para mi y llegará el tiempo de su condena, para ciertos habitantes que merecen su castigo y lo recibirán cuando sea el momento oportuno.

Por las tardes mi mujer y yo nos metemos en casa y no salimos para nada, pero si pudiera gritar frente al mar lo dichosas que somos, sonaría un eco mundial de tan fuerte como sonaría, pues jugamos, hablamos, nos reímos, nada es rutina, nos acostamos, vemos la tele, pero todo ello, entre besos, caricias, te quieros, abrazos y el resto no lo digo, porque es alcanzar el cielo...

Mi sueño se ha hecho realidad y para envidia de los que me torturaban machacándome de que nadie se fijaría en mi, estando en una silla de ruedas, decir que para el Supremo del mundo no existe nada imposible y que todavía quedan corazones llenos de amor, que ven a la persona y no a una máquina y en mi caso, es un ángel por dentro y por fuera, somos de la misma quinta y de los mismos gustos casi al cien por cien, por lo que no se puede hacer un milagro más perfecto, ni más perfecto el amor entre dos mujeres especiales a las que Dios ha unido y guiará a través de todos los tiempos aunque sea en espíritu, cuando la muerte nos separe...