Mi nueva silla de ruedas es estupenda, es todo un ferrari al que no le hace falta de nada, pues tiene luces delanteras, traseras, intermitentes, cinturón de seguridad, luces de emergencia, cinco velocidades, ruedas especiales todo terreno, no se pinchan nunca y me concedieron el pago íntegro de la misma, porque es imprescindible para mi y no tengo problemas cuando ven mis informes médicos. Lo único que pasa es que no me la puede entrar mi mujer en su coche y me ha prestado la Cruz Roja una manual, para irnos hoy de viaje y me empujará ella con todo su amor hasta que regresemos. Aprovecho este momento de su ducha, para deciros que ella es antes que todo y por eso, os envío estas palabras, con el fin de compartir mi felicidad y que sepáis que no os olvido.
Ya no tengo que luchar para viajar en autobús, pues gracias a mi bella mujer esa angustia continua de ver como me ponían pegas y acabar consiguiendo viajar por mi constancia y perseverancia se ha terminado, pero me siento orgullosa de seguir en el frente y conseguir aquello que necesito ante mis derechos de ser una persona digna a la que no se le debe marginar por mi condición personal y ser parte de esta sociedad en la que estamos todos...
Y amortiguadores, se te olvidaron los amortiguadores, jejeje.
ResponderEliminarSi con eso se va mejor que con mi cocheeeeee. Vaya bólido.
Saludetes
Cariño también los tiene y luces de emergencia. Un abrazo
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