MI GUERRA PARECE INTERMINABLE

Estoy destinada a luchar contra gente injusta, que no van a conseguir que me rinda, pues aunque me deje la vida, conseguiré llegar hasta el final y que se me de lo mio y lo de mi madre. No quiero dinero, quiero la cárcel, para los asesinos que arruinaron mi existencia, arrancándome la escasa salud que me quedaba. Canallas miserables, que no merecen ni respirar, ni estar en este mundo, pues llegaron del infierno y deberían volver a él, pero si por algo soy Tauro, es porque no soporto que me alarguen indebidamente lo que no tiene lógica y que es de verdadera vergüenza pues deja mucho que desear, por parte de cierto órgano, que pretende burlarse de mi derecho como persona y llegaré hasta donde haga falta, para ser escuchada, pero si es preciso, buscaré un programa de televisión, para contar toda mi historia y que se sepa la corrupción que puede llegar a haber en un pueblo de mierda, en donde el tuerto es el rey....Me importan mucho mis principios morales, mi dignidad, mi honor, mi intimidad personal, las aberraciones que he tenido que soportar, las agresiones físicas y psíquicas y solo me rendiré, cuando ya no tenga más escalones que subir....

Sigo siendo la misma Carmen de siempre, pero hay algo que ha cambiado en mi, algo que no estoy arrepentida de que me haya sucedido y es que no me fío así como así de nadie y me he vuelto más astuta y más prudente, pero jamás bajaré la guardia, porque quiero ver a esos canallas pagar por sus crímenes lingüísticos y si no es así, que revienten como lo hace un inocente cuando tiran una bomba y pasa cerca de ella....

Una mujer mala, pero mala de verdad y que mejor que yo no conoce nadie, es una persona mayor, que queriendo ser joven es un monstruo peligroso, por la cantidad de mentiras que dice, consciente de ellas y actuando con conocimiento de causa, porque posee la carrera de la maldad y es catedrática en ella. Seguiré al pie del cañón, alzaré mi voz y gritaré a los cuatro vientos ¡quiero justicia!, y si no la consigo, por lo menos habré sido valiente de enfrentarme siendo una hormiguilla a grandes elefantes y perderé mi confianza en la ley, porque en este país, el delicuente es más escuchado, bien tratado y encima es protegido contra cualquier acto violento, pues se merece sus derechos y esos son sagrados para ellos....