UN TERREMOTO INTERIOR

Ya me ha acostado mi amiga Isa, hemos visto el extreno de la última película de James Bond, me han subido entre ella, Miguel y un muchacho muy bueno hasta mi butaca y al final, se ha quedado para ayudarlos a bajarme. La película ha estado super bien y la actuación de Javier Barden ha sido magistral, pero mientras veía la película, pensaba en lo bonito que me hubiera resultado, cogerle la manita a mi pareja si la tuviera y de vez en cuando, decirle al oído ¡te quiero mi vida!, pero me entró mucho dolor y sentí un terremoto en mi interior, que me destrozaba y que me ha hecho comprender, que no he superado en nada los palos que me han dado, hasta salirme las lágrimas de pensar en el daño tan inmenso, que me han hecho, y que estoy peor de lo que nadie imagina. A veces, quisiera gritar en medio del campo y quejarme de mi inmensa pena y preguntar una y otra vez ¿por qué?, ¿por qué a mi?, llorar hasta quedarme seca de lágrimas y expresar todo lo que llevo almacenado en mi corazón, ante una historia, que si el maligno no hubiera triunfado con tanta gente como intervino, esa mujer hubiera podido llegar a amarme probablemente.

De lo que si estoy segura, es de que en su profundo interior, sabe que todo lo que le dije antes de que me tirara, eran verdades, que nunca se desean escuchar y solo las dicen las personas, que han amado de verdad y son sinceras.

Algunas personas, en la agonía de su muerte, sienten una tristeza enorme, porque se les quedó una asignatura pendiente; poder expresar una realidad auténtica y cuando pudieron hacerlo siendo valientes, el orgullo las mataba y se las iban consumiendo, porque no vencían la cobardía y se arriesgaban a ser humildes y sencillas.

Mi tranquilidad, es que sin querer disculparla, la he ayudado de alguna manera, a costa de mis secuelas, pues se ha dado cuenta, que nadie acude a la hora de la verdad, excepto el amor verdadero de una buena pareja, que solo surge una vez en la vida; pero hay quien prefiere la ruina de la peor enfermedad del ser humano, como es la soledad y su vejez, mientras los demás circulan por el sendero de sus caminos elegidos, no miran más que por ellos y en el egoísmo de la necesidad, piden y piden, eres muy buena, pero cuando ya no queda nada......., ni acuden y solo dicen palabras que no cuestan dinero para sacarlas por la boca y son fáciles de expresar, pero en hechos, no hay absolutamente nada, porque cada cual va a la suya y no han tenido en cuenta la dicha ajena, solo han sido especialistas en maldad, cuya asignatura sacaron con sobresaliente, en la escuela de la oscuridad.