MI GORDITO NINET

Mi gordito Ninet, es mi gatito y está sufriendo mucho, pues desde que le mordió en la oreja el que estuvo con él en una época, de tanto rascarse, no se le curaba la herida y le iba a más. Por fin mi auxiliar me trajo un collarín y a base de ponerle de todo y con betadine, está mucho mejor, pues se le podría haber encangrenado y morirse. Mi Ninet es especial, porque me lo regaló mi amigo el veterinario de Valencia, castradito y sin uñas delanteras y con la misma edad que mi Kimba, cuando fui a recogerlo el día que lo encontré vagabundo. Se quieren muchísimo y hasta le lame las orejitas a mi Kimbita, que es todo amor y cuando ve uno por la calle, quiere acercarse y se van de estampida, poniéndose a llorar, pues ve a su querido gordito, que está a su ladito siempre y no entiende el que le tengan miedo.

Mi pequeño es más celosin y se cree el león de la metro, pero es un cagarrín y solo ladra, cuando se ve apoyado por su hermanito kimba, que es como los he educado, para que no tengan celos y les hablo todo, para explicarles que son hermanitos y que los quiero igual. Os parecerá sorprendente, pero lo entienden todo y son conscientes de mi enfermedad, por eso nunca han reconocido a la sombra del mal cuando ha pasado por el lado de ellos, porque percibían que ya no eran aceptados igual que yo y también eran reñidos sin parar, con gritos y mala leche ¡Qué verdad es, que quien no quiere la col, no quiere las hojas de alrededor!.

Conmigo no hacen nada en casa, no se me escapan en el campo, vienen a su sitio a que los ate cuando han terminado, mi Kimbita juega con otros y viene enseguida conmigo, el pequeño se lo pasa bomba y estamos junticos a toda hora, pues son como mis hijos y los amo con locura.

Mi Ninet es como un rey, ahora ya no se va solito a descansar, le gusta estar con sus dos hermanitos caninos y duerme conmigo y con ellos y reciben a mi auxiliar muy contentos, porque saben que viene a atenderme. Ellos son un ejemplo a seguir, tienen todo aquello, de lo que carecen los canallas sin escrúpulos que pegan, traicionan, son agresivos, violentos, infieles, no conocen el significado de nobleza y te estampan a la calle cuando ya no les interesas, por eso, si la humanidad aprendiera un poco de ellos, habría amor en el mundo y sería realmente del bueno.