CON GOTEROS

Ayer por la tarde, mis gritos eran espantosos y a final tuve que volver a urgencias y se me llevaron enseguida al hospital. No le deseo ni a mi peor enemigo, el dolor tan horrible que tenía y el desastre de atención en todo un hospital, por culpa de no haber bastante personal; aquello era verlo para creerlo y a base de gritos desesperantes, sin nadie a mi lado, les pedía a las enfermeras que me atendieran o que me mataran. Al final, viendo que mis llantos eran de verdadera locura, me llevaron ante la doctora y me pusieron unos goteros, que junto al tranquilizante, que me habían colocado debajo de la lengua, me dejaron tranquila. Me tuvieron que quitar la sonda, pues me la quería arrancar yo y me pusieron una para extraerme orina, ya que sufría una parálisis total y me iban a hacer una analítica. También me la hicieron de sangre y unas pruebas, para ver mi vejiga; al final, supe que tengo una piedra en la vejiga y llena de porquería, por eso mi infección se agravaba cada vez más y me siguen dando los antibióticos. Mañana me vuelven a poner la sonda, pero de silicona, por eso voy a mi médica de cabecera y me la colocarán sin falta,

No os podéis imaginar la falta de humanidad de algunas personas, pedí que me llamara alguien con el móvil a mi auxiliar, una señora me lo negó, pero otra chica estuvo pendiente de mi y de su madre y no paraba de llamar, para localizarme a alguien, la otra, le decía que no me hiciera ni caso, pues al quejarme de tanto como estaba sufriendo, me llamó loca y la muchacha me defendió a capa y espada.

Por fin, me quedé dormida y al parecer, estaba con una pesadilla, pues me despertaron al escuchar que pedía socorro, le suplicaba a mi ex..... que no me hiciera más daño y llamaba a mi madre sin cesar, por lo que me vinieron mis vértigos y suplicaba que me cogieran pues me caía, pero ellas me decían que estaba acostada y me dieron ánimos.

Esta mañana vinieron a recogerme unos amigos, ella me arregló, pues le pago, para los fines de semana, estaba medio desnuda sin tarjeta sanitaria ni nada, me tomé todo lo que me dieron y ahora estoy acostada, con mi estufa y rodeada de mis pequeños.

No hay nada como la salud, pero ¡qué amarga soledad, en esos momentos!, comprendí, que por eso ya no existe el amor verdadero en la gran mayoría, pues esas penas, no las quiere nadie, pero sí, mucho sexo y alegrías,...........Lo único que le pido a Dios, es que si no he sido feliz nunca y siempre he sufrido tanto, que no me deje morir sufriendo también.