PROFUNDIDAD

En las conversaciones que tengo con mis profesionales, siempre me dice una de ellas, que soy muy muy profunda y con unos valores morales, que ya no son propios de la gente actual, pues soy una mujer cuyo espíritu es sagrado y cuido mi cuerpo como templo del Espíritu Santo; que el amor para mi es mucho más que el placer carnal y lo vivo de verdad con hechos y hasta que la muerte me separe de la persona que ame, si ella valora todo eso y me corresponde, pues si me tratan como a una porquería en la enfermedad y me traicionan cruelmente, permiten brutalidades que son escandalosas y muy dañinas y me llevan a la cruz, me dejan las llagas y las heridas del dolor y de la decepción más espantosa, que nadie se pueda llevar, me dejan muerta de pena y hundida en una depresión, que aumenta porque no me dejan en paz. El problema es que ya no tengo miedo y cuanto más me persiguen con abusos y mentiras, más sabiduría recibo del cielo y menos me rindo, para que triunfe la justicia y no los que se creen que lo pueden todo y burlarse de quien sea.

Gracias a conseguir con las leyes que me amparan, el acceso a mi vivienda como me corresponde, se les ha hecho a los que han ido también y encima me llamaban la problemática y es que aquí a un no que reciban, se rinden y se van tan contentos, porque lo han dicho las autoridades, pues mira por donde se han visto beneficiados y gracias a una de fuera, que vive aquí y no es tonta.

Ahora me habían preparado una trampa horrible y no he caído en ella, porque lo anormal yo lo veo enseguida y lucharé para que no triunfe el mal, lleno de mentiras, inventadas por alguien que se cree Dios y que pretende hacerme desaparecer.

Vivo aquí y aquí seguiré, lucharé por la verdad y por la justicia y si tengo que morir, lo haré con las botas puestas, pero no como una cobarde ignorante, de la que se puede reír cualquiera.