YA NO SUEÑO CON EL AMOR

Vivo mi presente con la promesa del día a día, de no volver a soñar con la mujer igual que yo de especial, en lo que me quede de vida.

Soñar he descubierto que es una tontería, pues si no se hace realidad lo que deseas, es perder el tiempo, engañándote a cada momento.

Los sueños, sueños son, porque la realidad es muy diferente, la traición, el robo, los malos tratos, la infidelidad, el egoísmo, el sexo, el dinero, la mentira y la crueldad, son los propietarios de la humanidad.

No existe en las personas el amor verdadero, solo es carne, que con el tiempo se hace fea y lo que queda es el espíritu, pero éste no tiene importancia para nadie, cuando en realidad es lo que más predominará, a la hora de la verdad.

Ahora que mi corazón solo tiene los cuchillos clavados por la espalda, de quien ha pretendido llevarme a encerrarme, a la locura y a la violación bestial de un animal enfermo de la rabia, insociable, feo, mayor y malo, tenía que tropezar conmigo, para desengañarme y darme cuenta, de lo que es la auténtica maldad hecha mujer lesbiana, liberal y sin escrúpulos.

Puede que si hay otra igual a mi de profunda, esté bien atada y valorada, pero yo me hago a la idea de que la soledad será mi compañera y que cuando muera, no quedará ni mi nombre en un lápida, porque mis cenizas se irán volando por donde quieran.

Mi dolor y todo lo que pretenden conmigo ya no me asusta, pues tengo a mis pequeños, que no me arrancaría nadie de ellos, tan solo Dios podría hacerlo y estoy convencida, de que está muy enfadado con los criminales que me han empeorado, han hecho lo que han querido y siendo inocente, me castigaron sin ningún motivo.