OPINIÓN Y JUZGAR

Se dice, se cuenta y se rumorea.....eso suelen decir los que más cotorrean y es que no hay nada peor, que vivir limpiando la casa ajena y tener la propia de lo más sucia a lo peor...

Opinar, no es lo mismo que juzgar, pero en las calles se desconoce el significado de las palabras y a la opinión se le convierte en juicio.

En esta vida he conocido gente, que hace justo lo contrario a lo que dice, piensa o promete, porque en realidad son lobos disfrazados de corderos, que se creen que nadie los reconoce y es que en ocasiones lo hacen tan bien, que nos muerden con rabia antes de darnos cuenta de que si nos descuidamos nos matan.

Tarde o temprano la mentira enseña el culo y cuando lo hace, ya nadie vuelve a creer en esas personas que tienen el hábito de no decir una verdad ni por equivocación, pero al mismo tiempo se vuelven en contra de ellas mismas y dejan de ser felices.

La felicidad no es lo que uno quiere sino querer lo que uno hace y eso es muy cierto, pues no es lo mismo decir te quiero porque te necesito, que te necesito porque te amo, así que hablar bien y con sencillez no cuesta nada, pero sobre todo con la verdad por delante por muy cruel que sea.

Pena me da la forma tan inadecuada que se tiene hoy en día, de utilizar las nuevas tecnologías en los ciudadanos de a pie, pues el otro día en la playa, mientras estaba en una terraza con mi mujer habían unos amigos sentados y todos estaban con el teléfono como si estuvieran solos, ni tan siquiera levantaban la cabeza y es así como vamos haciendo del mundo, un mundo distante y se le llama amigo a cualquier cosa, porque al fin y al cabo es una cosa material lo que ha absorbido al ser humano y se está acabando con las relaciones personales.

Las relaciones humanas inexistentes se ponen de manifiesto cada vez más y eso nos lleva a la cantidad de falta de respeto, crueldad, mala educación y a la dependencia de unos aparatos, que son muy buenos si se saben emplear bien y para bien.