LOS GEMELOS

Los hermanos gemelos que tenemos en nuestro país más importantes, se llaman PEPE Y PEPESOE, los dos hacen lo mismo, pero de distinta manera, pues unos utilizan guantes negros de una medida y los otros más grandes todavía.

Aparentemente se aborrecen, pero después se dan las manos y se toman sus cafés juntos, para charlar de lo tontos que somos todos, porque siempre salen ganando uno u otro.

La cuestión es que ninguno se toca su bolsillo que están muy llenos, pero les encanta tocar todos los demás, así que enseñan a robar también a los españoles, que aprenden enseguida y se va haciendo una cadena de ir fastidiándose unos a otros.

Las huelgas, las brutalidades policiales, la corrupción y las mentiras están a la orden del día y esto parece el país de ¡sálvese el que pueda!. Odio la política, pues no puedo con las injusticias, porque no se puede concebir arreglar una crisis, que empieza a perjudicar a los más humildes, pero ésto no viene de ahora, empezó con el gemelo PEPESOE, que hablaba mucho, prometía de todo y se fue muy contento para vivir sin problemas el resto de su vida.

Ahora su hermano PEPE, tiene que arreglarlo todo y utiliza el método de tampoco tocar sus dineros, hay que coger a los más necesitados y no pagarles para ir solucionando la porquería, que tenemos por todas las provincias sin distinción, pero salen elegidos por mayoría absoluta y los falsos como siempre, ahora se ponen a insultarlos y a despotricar.

Esto es una ecatombe y no quiero ni pensar como sigamos así, el futuro de los jóvenes o de los que puedan venir, pues como no cambien los recelos egoístas del dinero, se acabará hundiendo todo como el Titánic y ni ellos podrán cobrar.

Acabamos de empezar la vuelta atrás, pero los que tienen dinero, son los apoyados y cada vez quieren más, esto solo es propio del animal más irracional que existe y que se llama "ser humano", porque no siente amor por nadie, son egoístas, prometen lo que no cumplen, hacen todo el daño que pueden, se esconden lo suyo, utilizan a los demás y se ríen a las espaldas, pero no hace falta ser gobernantes para ser así, pues cualquier ciudadano lo es también y juzgan a la perfección, porque son iguales y hacen lo mismo.

En espera de algún milagro, que solucione tanta ruina en los obreros, necesitados e indefensos y se nos pague, para no acabar pidiendo limosna en las puertas de sus palacios, me despido asqueada de la política, que es solo un invento más, para perjudicar el progreso de una educación divina que se nos dejó y no se pone en práctica  y que es... ¡ama a tu prójimo como a ti mismo!.