APRENDIENDO SIN CAMBIAR MI CORAZON

He aprendido mucho de la experiencia más espantosa de mi vida, siendo ya mayor y convencida de que me había encontrado la mujer de mis sueños; pero todo es una pesadilla de la que he despertado y he asimilado que es una realidad.

Me pregunto continuamente ¿por qué hay tanta malicia y tanto veneno en la gente?, ¿por qué mentir a sabiendas del daño que hacen?, ¿por qué destruir solo por egoísmo y atreverse a hablar de amor, cuando no son capaces de sentirlo y hacerlo realidad?...son muchas cosas las que me pregunto y si hay una respuesta que recibo, es que el mal ha poseído al ser humano y por eso el mundo es tan cruel y el alma ha desaparecido de las personas.

No creo que pueda alcanzar nunca la dicha que tanto he anhelado, pues cada vez me convenzo más de que casi todas las lesbianas son iguales y yo no tengo nada que ver en la forma de expresar ellas, lo que es el amor, cuando quieren decir sexo, son tan promiscuas y tan embusteras.

No quiero cambiar a pesar de todo lo que estoy pasando, pues mi corazón es de carne y nació lleno de amor, para sufrir continuamente y llegar a esta actualidad tan corrupta, tan llena de injusticias, tan inhumana y en donde gana el delicuente y pierde el inocente.

Menos mal que me aferro a mi poca fe y Dios me hace reflexionar, para creer que todavía queda el discernimiento y la sabiduría en las leyes y que no siempre ganará el demonio.

Que nadie de los que sean profundos, sensibles, nobles y auténticos, conozcan el camino que me han hecho recorrer lleno de puñales y bombas explosivas, que han dejado mi mente torturada y teniendo que dormirla, para no desear morirme, con cada palabra que se me ha dicho brutal y llenas de violencia moral y psicológica hasta la saciedad.