MAÑANA ME MARCHO A PASAR EL DIA

Mañana me marcho, me voy a la capital, comeré con unas amigas y volveré a mi hogar. Ya es hora de cambiar y no ver miradas que asesinan sin piedad, me persiguen por donde camino, se divierten sin parar, porque creen seguir jugando y yo estoy demasiado cuerda, para caer otra vez en las garras de una araña, que quiere atraparme en su tela y volver a comerme viva.

Jamás de los jamases me volverán a maltratar, nunca me quitarán nada. Ni por equivocación, guardo recuerdos que puedan ser agradables de verdad, pero si pesadillas horribles, que con la medicación me han podido quitar.

Me guía la esperanza de encontrar un nombre de mujer, que se merezca todo lo que soy y lo que es capaz de sentir un corazón de amor verdadero y para siempre, esa mujer preciosa por dentro y cercana a mi edad, para que no parezca mi madre y con igualdades de sencillez y cultura, con una personalidad arrolladora y llenarla de todo lo que tiré a la basura de la ingratitud, para correspondernos y volar por la nubes, haciendo el amor de verdad, con una mujer sensible, romántica y que el corazón y el alma sea lo que me de, para luchar contra todo, porque formaré parte de su ser. Ya no existe el retorno de un tren que no fallaba, solo quedó un tren de mercancías, que supo apartarse de las vías, para no volver a pasar por la estación estropeada y con la antigüedad de un nada.

Gracias Señor, por apartarme del terror, porque sabes la realidad de todo, porque me regalarás el arco iris femenino de mi sueño, porque nunca me abandonas y porque calmarás mi dolor con la justicia terrenal, que no siempre es injusta y estoy convencida de que esta vez, triunfará el bien, porque todo es distinto al ir Tú por delante, con mi ángel de la guarda.