LA FRIGIDEZ Y LA IMPOTENCIA

Cuando leo que no hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos, no estoy de acuerdo con ello, pues de la misma manera se podría aplicar a los hombres, porque son ellas las culpables.

Creo que hay de todo y una más llamada enfermedad, tanto en unos como en otras, pues hay mujeres mayores, que desde siempre no han podido sentir nada, han culpado a sus parejas y no reconocen que tienen un grave problema.

Intentan buscar mujeres más jóvenes para sentir la excitación, buscan la perfección del cuerpo ajeno, pero no se miran al espejo, para verse ellas mismas lo feas que son, sin atractivo alguno, están mal hechas, huesudas y se empiezan a decir ¡qué buena que estoy!, mujeres con serrín en la cabeza y vacias de interior y que por mucho que las toquen, ya pueden hacer virguerías los demás, que de todo lo bonito se quejan, no pueden ofrecer nada, solo quieren recibir y ya puedes estar horas, que no sienten nada por ningún sitio.

Sin embargo relatan unas historías vividas, que no se lo creen ni ellas mismas, porque es lo que les gustaría sentir y no pueden, porque son frígidas de enfermedad.

No verse a si mismos y reconocer el mal que padecen, es de bastante prepotencia y desconocimiento, por eso nadie se las queda y viven de recuerdos, porque ya no tienen presentes, solo las fantasías que hubieran querido experimentar realmente y no pudieron, que aumentan con la imaginación, pero que a la hora de la verdad se han quedado solas, porque son fracasadas hasta para el amor.

Las personas deberían penetrar de verdad en sus interiores, pero hay que ser demasiado profundas para eso y entonces verían sus realidades, sin avergonzarse y con la sabiduría de ser mejores cada día y curarse, para no hacer siempre culpable a los demás.