LA PÁGINA

                                   

Cuando alguien te dice: Que hay que pasar página de una historia traumática de amor en una pareja y esa persona lo consigue, le felicito por ello, pues demuestra ser muy fuerte o ha sido de mutuo acuerdo, o ya no se aman, o hay otra o la gravedad es mucho más grande. Decir pasar página es como si una vida fuera un papel que se deja atrás y no hubiera pasado nada. Cada caso es un mundo y cada ser humano es otro, por eso, yo creo que nada se olvida ni se deja en el pasado así como así, si son personas normales con sensibilidad y sobre todo, si han amado de verdad y son profundas. Lo único que me cabe en la cabeza es luchar, para seguir respirando, pero los que son capaces de sentir algo tan inmenso, según las circunstancias y el hecho tenebroso, éste te persigue y de vez en cuando te hunde en el océano del dolor más inmenso, que si no te tratas te acaba ahogando y enfermando de verdad o agravando hasta llegar a provocarte la muerte, eso es algo que depende de los sentimientos tan fuertes que lleve arraigados el ser humano en su interior y su capacidad divina para amar de verdad, sin mentiras ni falsedad. El pasado de algo, siempre se nos hace presente en algún momento sea de lo que sea, pero si alguno de mis amigos me dijera, que no se puede llegar a arruinar la vida de alguien, por lo que han hecho con ella los comportamientos de otros, les contestaría que entonces no nos haría falta ningún juzgado, ni jueces, ni fiscales ni abogados, porque todo se olvidaría y la delicuencia de los indeseables sería el poder de la destrucción del ser humano.

En una ocasión escuché a un matrimonio creyente, que perdonaban al asesino de un familiar muy amado, pero eso, no les impedía dejarlo libre, para seguir con sus crímenes y fue condenado.

Los madrileños, que tanto disfrutaron conmigo pagarán sus facturas, mis universo de la maldad, también lo hará, pero yo los he perdonado, porque son unos desgraciados diablos, que ya ven en sus realidades el fuego del infierno, que les da el calor sudoroso de verse como están y de lo que todavía estarán....

Aquel que habla del amor como un juego en el que se gana o se pierde, es un analfabeto canalla y superficial, que insulta la belleza creada por Dios, que solo pueden albergar en su corazón y en su alma los que han sido elegidos con ese Don y llevarlo a la práctica con hechos. El juego es una enfermedad que destruye al que lo practica y si lo hace con el amor es porque está grave y siempre acaba perdiendo....