EL JUICIO FINAL

Mañana habrán finalizado los días de fiesta más amargos de toda mi existencia, mi debilidad se va acentuando y mi estado psicológico afecta a mi físico, pero ya falta poco, para que llegue el día del juicio final y si existe la justicia en este pueblo, en la que confío todavía, con mi abogado penalista podremos demostrar todo el maltrato recibido, los robos que me han hecho ilegales, las brutalidades más espantosas que nadie se merece, el ensañamiento con sarcasmo y con burlas crueles y criminales llenas de salvajismos y con pleno conocimiento de las acusaciones calumniosas y vejatorias recibidas, así como el cinismo de la misma persona reconociendo haber publicado en Internet todo lo que ha querido y haberlo dicho por todo el pueblo con papeles colgados, consiguiendo que se me mire como a la más peligrosa delicuente y otros calificativos que no quiero ni recordar, porque me muero de tanta pena pensando en como me han destruido.

La gran jefa de la pandilla ha hecho que paren, porque sabe que me dejaré la vida si es preciso, para que se culpen a los que ha involucrado en este asunto, por los delitos cometidos, empezando por ella que los empezó cometiendo y escondiéndose detrás de los que ha dirigido, para llegar a hacer que me agredieran, por todo lo que ha ido contando y que todo el pueblo sabía, menos por mi.

Su denuncia ya pasó y no se lo que ocurrirá, porque la recurrí, pero ahora tengo la esperanza de que todo acabe en su sitio y estar fuera de esta tortura antes de que llegue el verano, pues no quiero morir lentamente de agonía, de no comer y de alimentarme a base de pastillas.

Estoy muy convencida de quien me envió todos los comentarios, uno tras otro y hasta después del juicio sin miedos de ninguna clase y solo le pido a Dios que me lo ratifiquen y verlo a mi lado, para que demuestre todo lo que ha disfrutado diciéndome a sabiendas del daño y del trauma que me ha dejado, junto a su jefa.

Mi psiquiatra es una de las mejores profesionales y hasta ella me dijo que denunciara todo lo que me enviaron, porque era algo tan horrible, que herían a cualquiera que tuviera un poco de sensibilidad y estando sanos, también que mirara por mi salud y que me fuera a otro sitio y ya va llegando el momento de ir preparando hacer realidad irme a una capital de gente normal y salir de un lugar maldito, en donde ciertas excepciones son seres humanos, pero el resto son la gente más mala que no pensé ni que existiera.

No se si todo saldrá como espero, pero por lo menos ahora ya no estoy bajo chantajes y quiero justicia, que para eso existe y que los culpables de mi empeoramiento paguen por ello.

¡Qué razón tuvo la jefa del hospital cuando me dijo que no se deben contar cosas íntimas a una pareja, que no le importan para nada y que encima te destina 3 cajones sin llave, para quitarte lo que quiere, aprovechando que estás en el hospital y que ni tan siquiera me acompañaba poniendo todo tipo de excusas, porque le importaba un pimiento!.

Pase lo que pase mi iré exactamente igual y con mi conciencia tan limpia como el agua cristalina de un manantial, pero mi corazón me dice que Dios no permitirá que todo lo que me han hecho pasar se quede impune.