ESPECIAL

Se quien es y de dónde, la persona que me ha dejado rota psicológicamente junto a su jefa ensañándose como un ser humano criminalmente loco; ahora solo rezo, para que se considere muy grave el delito que ha cometido y pueda llevarle incluso a prisión, con los agravantes del conocimiento de causa de las brutalidades vejatorias y ultrajantes hacia cada una de las salvajes acusaciones que me hizo y el temerario desprecio hacia la justicia, de la que se ríe en cada comentario. Nunca llorará como lo he hecho yo cuando tenga lo que se merece, violándome a mi madre y a mi como un verdadero animal irracional. Solo tengo los ojos abiertos durante ciertas horas, porque me tienen anestesiada, para no recordar cada palabra asesina que me dijo gozando y riéndose sin parar. 

A mi abogado y a mi Dios, les pido que tomen en consideración esos hechos y que les caiga la máxima pena si todo sale bien, pero que a la gran jefa que me pegó con la traición premeditada de robarme lo que no era de ella, espero que también reciba la máxima por la premeditación, la alevosía y la mala fe, para protegerse de los malos tratos que me dio y apoderarse de algo para confundir a la justicia y tenerme atemorizada con sus amenazas y hacerme quitar todas mis denuncias, para luego crucificarme con sus mentiras en la que ella me puso.

Quiero sentir la paz de que existen las leyes para todos y por eso siempre las he valorado, pero la inocencia de mi forma de ser me hizo caer en la trampa que me tendieron y han dicho a todo el pueblo lo que han querido e incluso han utilizado un documento privado y confidencial para decirlo por ahí, convertirme en una delicuente peligrosa para casi todos y declararme culpable de que se sepan sus pecados.

De la gran jefa ahora entiendo su comportamiento desde el principio y como me caló enseguida, para engañarme y que le pusiera mi vida entera en sus manos, a sabiendas de que no quería relaciones estables de convivencia, pero me mintió y permitió cosas que no eran normales, como dar explicaciones de lo que le convenía a los demás, pero que con todo lo que hice por ella, nunca me agradeció nada y todos estaban antes que yo, pero la ceguera me hacía disculparla con sus migajas.

Salía de trabajar agotada y nada me impedía volar a su encuentro, km y km y un dineral en gasolina, llevarla a ella y a quien fuera a donde deseaban, regalando teléfonos y sin mirar el dinero comprarle cosas, nunca venir conmigo a los sitios con sus excusas, comprarme un coche nuevo para complacerla y que no dijeran que mi coche era viejo, aguantar la antipatía familiar y ver a quien quería mucho gracias a mi y decirme que ella me lo daba todo, solo por comer juntas cuando llegaba todas las semanas.

Tengo muy asumido que nunca sintió nada por mi, solo cariño, pero nunca enamoramiento, algo que decía que nacía y crecía con el tiempo y como no es lo normal, ocurrió que en la enfermedad ya no era nada ni nadie, ya no le servía y al no existir el amor desde el principio y sin dejarme salir de su vida cuando estaba bien, no pudo aumentar nada y le apareció la rabia, la agresividad, querer encerrarme, robarme y al final tirarme y sentenciarme, ya que no le hacía papel y no podía utilizarme.

La siguiente a mi que se buscaba mientras tanto, le duró lo que un caramelo en la puerta de un colegio y está desaparecida en combate y esa se ha llevado lo que a mi nunca me dieron; y es que como se suele decir con todas las heridas de mi ser, más vale caer en gracia que ser gracioso y por eso para ella todo tenía un final después, pero era porque por su parte nunca hubo un nacimiento y en la imperfección de la enfermedad era un estorbo para su libertad.