Una anciana: Todas las noches solía sentarse en su mecedora, junto a la ventana de su habitación, antes de irse a dormir. Le encantaba contemplar el cielo y las estrellas cuando lucían, vivía sola y era su costumbre de cada noche desde que se había quedado viuda.
Una noche creyó que estaba soñando porque una luz, se le acercaba a una velocidad muy grande y la estaba dejando ciega. Cuando ya no podía ver nada, aquella luz brillante y llena de coloridos le habló con mucha dulzura y le dijo: ¡Hola señora! ¡no tengas miedo!, soy una de las estrellas que usted admira cada noche y quiero contarle un secreto. Lo voy a hacer porque aunque usted lo cuente, nadie la creerá y la tomarán por loca, también porque ha sido elegida ante sus preguntas de cada día, cuando nos miraba y se las hacía en su interior.
El mensaje que le voy a transmitir es: ¡Cómo va a ser el final del mundo y todo lo que pasará poco a poco hasta que llegue!.
1º El sol se esconderá y la tierra quedará completamente a oscuras, solamente podrán utilizar los seres humanos la luz hasta que ya no pueda generarse más.
2º La luna dejará de sonreír y se marchará muy triste dejando de dar claridad por la noche, nadie verá nada. Con velas, encendedores y cerillas irán comiendo hasta que agoten sus alimentos.
3º Nadie podrá caminar cuando los recursos se les haya agotado y se juntarán como puedan, tropezando y cayendo, esperando que todo vuelva a la normalidad y muchos ni lo conseguirán.
4º Todo quedará extinguido, el frío será tenebroso, el agua dejará de correr, los mares se secarán, los volcanes apagarán su fuego, las flores se marchitarán, los campos se convertirán en negros terrenos profundos y solamente una nube de humo helado irá congelando a todos las personas.
Todo habrá llegado a su fin y cuando estén todos de vuelta a la nada porque será un planeta extinguido, de la nada resurgirá un nuevo planeta llamado Bendición.
En este mundo nuevo no habrán amenazas hacia lo que les permite vivir, no existirá la avaricia ni el egoísmo, no destrozarán las hermosuras que se encontrarán al abrir los ojos, se cogerán de las manos al ver que tienen las mismas figuras, escucharán y hablarán el idioma del amor, cuando se necesiten se encontrarán y los animales serán valorados y respetados, se alimentarán de los frutos, de las verduras, de los peces necesarios y de la carne adecuada sin hacer sufrir a esas criaturas y utilizando las justas para sobrevivir.
Querida anciana: ¡Este es el secreto! y no te preocupes por tus nietos y los que han sido buenos, porque volverán al comienzo desde el planeta de la Bendición.
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