Era una mujer muy joven todavía y creo que todos desconocíamos si sufría de alguna enfermedad, su forma tan perfecta de explicar, la facilidad que tenía al detallar los códigos en el html y su alegría al poder ayudarnos, nos hizo tomarle afecto y agradecerle la labor que realizaba. Dejó buenos alumnos que ahora se ocupan de los blogueros y yo me quedé con dos de los mejores.
Me enteré de pura casualidad a través de Jaime, porque el hecho en cuestión ocurrió no creo que haga los dos meses, me quedé de piedra como otros compañeros ante la repentina muerte de Rosa.
Todos sabemos que estará en el cielo, porque era desinteresada y se desvivía en contestar ante cualquier duda, era una gran entendida de Blogger y su ayuda permanecerá en el recuerdo de los que la seguíamos, pero sobre todo porque lo difícil lo hacía fácil para nosotros.
Todavía la tengo en mi navegador y la sigo leyendo, pero cuando lo hago, me da pena pensar que una mujer en toda su plenitud se fuera así, de repente, sin sospecharlo, sin poder despedirnos de ella.
Desde aquí Rosa a pesar de que no tuve que preguntarte nada porque te entendía muy bien, quiero darte un millón de gracias por tu colaboración y por tu forma de ser tan agradable, humilde y de gran profesional.
Algún día nos conoceremos allí en donde estás y entonces podremos darte un abrazo de gratitud, por tu gran labor humanitaria y de simpatía.
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