LA MONOTONIA

                                                                                      

         

                                                                  

Hoy es Sábado y mañana es Domingo, ¿y qué? no veo la diferencia por ninguna parte, todos los días son exactamente lo mismo, desde que me levanto hasta que me acuesto, no encuentro diferencia alguna, en lo que hago, se me ducha y me acuesto en el sofá, en donde permanezco hora tras hora entre las mismas paredes.

Hay momentos en los que me pregunto ¿y siempre voy a estar así? pues en ese instante comprendo a la gente que se suicida. Yo no lo hago porque soy una cobarde, pero si que he pensado muchas veces en que si no me despertara, no notaria nada y no sufriría.

En realidad la misma rutina la tienen todos los seres humanos, unos de una manera y otros de otra, te levantas, te aseas, te vas al trabajo, el mismo recorrido, llegas a tu casa, las mismas cosas de siempre, el tiempo parece que no pasa y cuando te has dado cuenta, te has hecho un anciano, suponiendo que llegues a serlo.

Por eso los jóvenes ya no saben lo que hacer para encontrar algo diferente, un algo que por mucho que busquen, jamás encontrán en este mundo cruel y superficial.

La verdad aunque contradictoria es que todos buscamos Amor y al mismo tiempo se desprecia ¿por qué?, porque queremos elegir la persona perfecta para darle y recibir, nos tiene que gustar y que lo tenga todo perfecto. ¿Sabéis una cosa? los seres humanos somos una auténtica máquina sin sentimientos, estamos escarbando en donde podemos, para no tener ninguna consideración hacia quien lo necesita, me he incluido yo también para no ser la perfección, pues estaría engañándome a mi misma.

Ayer no tuve fuerzas para escribir nada, estoy en rebeldía total con mi existencia, llevo una semana teniendo el mismo sueño y me despierto cabreada.

Ahora no veo a mi psicóloga porque ya no puedo desplazarme y no tengo quien me lleve, pertenece al teléfono de la esperanza y es la única con la que he conseguido sacar todo lo que había dentro de mi. Ahora me llama por teléfono cada dos semanas, pero no es lo mismo y me reprimo porque no quiero hacer sufrir a mi compañera.

Llevamos una vida tranquila, ella escribiendo su próximo libro en su ordenador, que esta en la cocina; y yo en el salón con el mío o durmiendo.

No hablo con nadie en persona, solamente cuando viene el cartero y al entrar a donde estoy me pregunta: ¿qué tal, cómo vas? y siempre la misma respuesta que él mismo se da, ya veo que mal.....

Os he dejado un índice de mis VIVENCIAS en lo que respecta a mis experiencias, todavía no la he terminado porque no estoy en condiciones de seguir con la historia, pero lo haré en cuanto esté algo más animada.

Aquellos que tengáis salud ¡aprovecharla! disfrutar con aquello que os haga felices dignamente, aunque pasarán los años y no la encontrareis porque no existe, solamente hay pequeños momentos y cuando pasan, quedan atrás y no los vuelves a repetir.

Eso es algo que hubiera querido yo para mi, volver a retroceder en el tiempo y empezar siendo alguien más dura y no tan débil y excesivamente sensible. Los pocos que somos así, no vivimos y cuando hemos creído hacerlo nos han matado.

Hoy odio a mi amiga imaginaria, porque no es capaz de enviarme unas letras de consuelo y digo ésto, porque percibo sensaciones de que lee mi blog. Si lo hiciera se daría cuenta del daño que me hizo, pero... ¿qué le importa? un pimiento, eso le importa.