Siempre solemos decir que con el tiempo todo se olvida, yo no creo que ésto sea cierto. A lo largo de nuestras vidas pasamos por experiencias, conocemos personas con las que hemos tratado, unas veces para bien y otras para mal, pero sea como sea, en algún momento y sin darnos cuenta, nos viene a la mente todo lo que hemos pasado ante cualquier situación, sin haberlo provocado queriendo.
A veces en reuniones sale una conversación y te acuerdas de alguien o de algún hecho en concreto, siempre con gente que ha pasado por tu vida, desde luego no te puedes acordar de una persona con la que nunca has hablado y aún así, si por algo en concreto te llamó su atención, también te puede venir al pensamiento como anécdota.
Eso de que con los años todo se va olvidando, no es cierto, incluso cuando te vas haciendo mayor, parece que aún te vienen esos momentos de alegría o de amargura como si hubieran pasado ayer.
Todo nos queda grabado como un sueño bonito o un pesadilla según lo hayamos pasado y sentido. Recordamos compañeros, amigos que quedaron atrás, familia con la que no te relacionas, esos instantes de felicidad pasajera compartida con gente y por supuesto a los que ya no tenemos entre nosotros.
La vida es como un autobús en donde viajamos todos juntos, unos se bajan en una parada y ni te das cuenta, a otros los vas conociendo más, pero llega su parada y también se bajan con una agradable despedida, después quedan los que acaban siendo compañeros de larga trayectoria compartiendo el viaje, éstos cuando les llega el turno de apearse, siempre queda alguno que te saluda de vez en cuando hasta que se cansa y por último, los que se convierten en amigos y a la hora de bajar del autobús te han tomado cariño y los sigues conservando.
Al final del camino el autobús se ha quedado completamente vacío y en él solamente se huele las sombras de todos los que viajaron en sus asientos.
Nada se olvida por mucho que queramos y digamos, lo malo no lo olvidas aunque te lo propongas, solamente se calma el recuerdo y te ha hecho madurar, los buenos te harán sonreír pero ya no volverán y te pondrán triste y a base de todo ello vas aprendiendo mucho, es una lección que te da la vida y que si le sacas buen provecho, te hará mas sabio pero no mas listo.
Para ser mas listo tendría que endurecerse el corazón y eso tampoco es aconsejable, la dureza es algo muy dañina y con ella puedes devolver la misma moneda. Si lo haces con el que te ha hecho mal, te convierte en igual o peor, si se ha hecho sabio y es tierno le devolverás a quien te dio cariño y su apoyo el doble, te hará ser mejor persona todavía y ese lazo no se romperá .
bellisimo y reflexivo texto nos regalas, esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de tus bellas letras y te manda un besin muy muy grande.
ResponderEliminar@OZNA-OZNA Querida OZNA te agradezco mucho tus visitas y halagos, todo lo que escribo es lo que sale de mi corazón y las palabras se van plasmando en el blog sin pensarlo.
ResponderEliminarCon cariño de Carmen muchos besitos