OPRESIÓN

Siento una opresión muy fuerte en mi pecho, mi corazón está desgarrado y sangra de tanto dolor, no puedo deshacerme de él y mi pena me consume de tanta agonía. Hoy, no tengo ninguna alegría ni fuerzas para nada, tampoco puedo cerrar los ojos, porque mi mente no para pensar y me estallan las palabras que quisiera gritar y no puedo, pues me he quedado congelada. El miedo me acompaña, también la soledad, el silencio de la oscuridad nocturna me produce escalofríos, pues ya no seré nunca la que era, que cogía con las manos las estrellas y cantaba escuchando los truenos y la presencia de los rayos, junto a las grandes tormentas. Ahora, mis colores están distorsionados, no distingo unos de otros, solo el negro veo bien, pero me ciega su profundidad y rezo, para no enloquecer o dejar de respirar. Mi vida está sin sentido, solo quiero amar y ser amada, quiero caminar entre las nubes y saltar cogiendo flores, para la mujer que tanto anhelo y que no la quiero en sueños. Quiero mi tesoro merecido, que me encuentre y ser dos seres en uno, con todo compartido, no importa lo que sufra o lo que pueda vivir, pues si me ha elegido quien me haga feliz, en la medida terrenal, habrá valido la pena pasar por tantos cuchillos afilados, si al final se hace realidad en mis labios, el beso de amor, dulce y apasionado, de una mujer de verdad, que me haga saber lo que se siente y ser amada en lo bueno y en lo malo, hasta más allá de la eternidad.