NOCHE CON LA PRESENCIA DE LA MUERTE

Esta noche especial, te la dedico abuela, porque supiste luchar y venciste lo peor, para aguantar sufriendo tu profundo dolor.

Al final te consolabas conmigo y las dos estábamos siempre juntas, nos hacíamos compañía, mientras te quejabas y yo te comprendía.

Te metías conmigo sin parar desde el principio, y lo aguantaba todo por amor, eras una anciana y aunque me hacías daño, nunca te deseé nada malo, eran muchos años aunque regías muy bien de la cabeza, pero no te guardaba rencor y siempre te di cariño y nada te tomé en cuenta.

Ahora ya descansas, te has marchado para siempre, ya no te volverán a ver, como también se fue mi madre entre mis brazos, cuando a besos la llené.

Tú has llegado a los 90, naciste en mayo como yo, pero no vale la pena vivir tanto, porque este mundo, no es lo mejor.

Como bien me decías yo no era nadie ni nada en esa casa, por lo menos me decías la verdad y tenías toda la razón, pero en esta noche en la que duermes y ya no despertarás, me acuerdo de ti y te deseo la paz.

¡Ahora has dejado de sufrir!