LOS FUNCIONARIOS

         
                                                                                                                                                             Los funcionarios del Estado son para mí personas, que se han ganado con sus estudios, sus sacrificios, sus gastos y sacando unas oposiciones, el mérito de tener un trabajo fijo para toda la vida.

No todos sirven para hacer algo así, tener una inteligencia tan grande, para entre miles y miles conseguir una plaza, es todo un éxito y que se merece toda alabanza.

En ésto como en todo, los hay muy buenos y otros que no se lo toman con tanta devoción. Me parece justo el sueldo que ganan, porque se lo han ganado a pulso dejándose horas y horas sin salir, para dedicarse a estudiar.

Ahora ya no existen los enchufes en una oposición, algo que por suerte ha beneficiado a todos, sin ningún tipo de favoritismos.

Sin embargo hay empleos en los que no aplicaría este criterio, sin ir más lejos tenemos telefonistas en los centros hospitalarios, que alguno  merecería ser despedido como cualquiera que trabaje, en una empresa privada. Los he visto en persona sin atender la llamada y bla, bla, bla, de sus cosas privadas.

También puedo nombrar a esas administrativas, que se lo toman con tanta calma, que las colas parecen no menguar nunca, ni tanto ni tan calvo.

Se podrían nombrar otras profesiones, pero en realidad lo que importa es que un funcionario del estado, no puede ser despedido nunca por lo que he explicado anteriormente.

En justicia lo que debería ocurrir en este país, es que los sueldos de los demás trabajadores fueran más adecuados, para que una familia o cualquier persona pudiera vivir con dignidad.

Me parece aberrante bajar los sueldos de todos en general, unos porque no han tenido el aumento anual y otros porque les han quitado un tanto por ciento. Los productos suben a pasos agigantados y a este paso, tendremos que encender las velas para no consumir luz, que se ha puesto por las nubes. Todos los obreros en España, sean de la especialidad que sean, con carrera o sin ella, tienen la misma obligación de cumplir con sus labores,  pero sin dejarse la salud en ello. 

La responsabilidad de cumplir con su misión,  la lleva cada uno en su interior; y todos sabemos que los hay que dan pena, solamente con mirarles la cara.

Lo bueno de ser funcionario es que vas a tu marchita, sin agobios traseros, tu tiempo del cafetito y a la hora en punto, salir hacia el hogar. 
Es de mucho agradecer y de mucha categoría,  que hayan barrenderos, basureros,  enterradores,  limpiadoras,  camareras/os  y todos esos seres importantes, son los que hacen que todo funcione en nuestra tierra, junto a los que tienen carreras y ejercen de las mismas.

Todos somos iguales, nadie es más que otro, solamente hay que tener educación, respeto y sensibilidad en nuestros interiores.

Los derechos y las obligaciones, deberían ser para todos idénticas y en ese aspecto, hay mucho que corregir en nuestro país, por eso si puedes y quieres, preséntate a unas oposiciones y lucha por conseguir una estabilidad verdadera.