Mi vida son los dolores que me dominan y aunque quiera, no me abandonan.
Estoy rota, no puedo ni conmigo misma, nada me ilusiona, mi vida ha cambiado y todo es diferente.
Mis piernas son este andador con 4 ruedas y me sirve para caminar durante 10 minutos y con mi cara de sufrimiento que lo dice todo.
Lo pongo todo de mi parte, pero mi cuerpo no responde.
La decepción me ha llevado a mi refugio interior y no hablo. No tengo ganas de ver a nadie.
Estoy viva pero me duermo y me molesta despertarme.
Me siento un estorbo y sin nada que poder ofrecerle a mi pareja, sólo preocupaciones.
Mi distracción lenta para escribir y ejercitar la mente es mi blog personal, que se hecho imprescindible para mi.
Me he vuelto torpe y todo me cae de las manos y los temblores me invaden.
Tengo pánico a la muerte y a la vez me es indiferente.
Tengo una severa depresión crónica para el resto de mi vida.
Pero sé que tengo la esperanza de encontrarme mejor psicológicamente.
Animo Carmen!! no te dejes abatir. Seguro que eres una persona fuerte, y puedes con todo lo que te hechen. La vida no es precisamente un camino de rosas.
ResponderEliminarSubete al carro de la vida, a seguir batallando mientras vayan quedando cartas para la partida, sube al carro del que empujan los años y tiran los días.
Recuerdos. Y me alegro te gusten mis poemas.
La vida no siempre es miel, sino también retama y debemos afrontarla como se puede; no te hundas en la nada pues hay muchísima gente aún peor que tú y piensa que cada día vuelve a brillar el sol. Mi ánimo y todo el amor del mundo para ti. Un beso, preciosa.
ResponderEliminar