Amor mio: No miraste mi silla, tan solo me viste a mi y mi carita a la que llamas bonita te hizo tilín tilín. Me siento tan llena de amor hacia ti y con tanta locura al mirarte, que cuando me estrechas entre tus brazos me derrito de estremecimiento y me turbo ante tus ojos azules, como el mar cuando esta tranquilo durante el día, contemplando el firmamento.
Me das tanto cada día, que solo tú eres mi vida y mi ilusión, eres mi todo y la razón de mi felicidad, la que me cuida, la que me hace reír a carcajadas y con la que deseo vivir a cada instante sin aburrimientos ni rutinas escabrosas, eres mi locura de amor y pasión y cuando beso tu boca me pierdo en el paraíso de la dicha, del deseo y de tus caricias. No hay duda alguna, que estabas reserbada para mi, lloraba cada día y cada noche de tantos complejos como me pusieron, pero tu me has devuelto mi auto estima al verte tan linda y que me amas como soy y como estoy. Eres mi mujer, desprendida y con derroche de amor hacia mi, yo soy la tuya y te correspondo en la misma medida, somos dos almas enamoradas y felices hasta la saciedad, con imperfecciones incluidas que nos hacen perfectas para amarnos aún más, eres mi tren de lujo y cuando te paraste ante mi, decidimos viajas juntas y solas hasta ese lugar que no tiene fin...
Mi querida amiga, cuando el amor llega, no importa nada pero nada más, se olvida el mundo y también cualquier contrariedad que pueda existir en ella sea por parte de una o de la otra. Tú esperabas el amor y este llegó cuando menos pensabas que lo haría.
ResponderEliminarBesitos para las dos!!!!
¡Qué verdad tan grande! . Todos vosotros conocíais mi sufrimiento al estar en silla de ruedas, pero los milagros existen y mi fe tuvo su recompensa. Un fuerte abrazo
EliminarPase a saludarte y a comprobar que sigues igual de enamorada y feliz.
ResponderEliminarUn montón de besos
Querida Julia: Me alegra muchísimo tu visita y saber que no te olvidas de mi y de mi felicidad. Un fuerte abrazo
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