TENER MI PROPIA FAMILIA

La sensación más maravillosa, que siempre he deseado sentir, es la de tener y formar mi propia familia y ahora, por fin la tengo y no puedo ser más dichosa de lo que soy. Aparte hoy, he llorado de la noticia que me han dado y puedo deciros con pleno conocimiento de causa, que los milagros existen y no es referente a mi salud.  Mi fe me ha mantenido firme y con la ayuda de mi mujer no he parado de luchar contra esos momentos en los que falla mi cuerpo, pero me repongo y sigo con toda la alegría de los regalos que he recibido como recompensa a mi corazón inocente, que nunca conoció la maldad ni quiere hacerlo. No soy escritora, tampoco soy poeta, pero me guía la pluma de mis sentimientos más profundos y me salen solas las palabras. La experiencia vivida tan traumática anteriormente me ha dado sabiduría, prudencia, mas paciencia, insistencia y más ganas de ser una buena guerrera de Dios, que recibe de Él la vara de la justicia.

Mi familia me quiere, me ama, nuestros pequeños son nuestra alegría y están mejor desde que tienen a su nueva mamá, que está loca por ellos y eso, les ha dado una mejoría en sus respectivas enfermedades propias de la edad que tienen. En nuestro hogar reina la paz, el amor se respira por toda la casa, mi mujer y yo nos amamos cada vez más y le damos a todo un toque de humor, porque somos en ese aspecto iguales y no nos podemos enfadar fácilmente, somos igual de jóvenes y en todo coincidimos, para tener esa ilusión que nos embarga y nos llena de deseo y de hacer más y más fuerte la raíz de nuestro árbol de amor, para hacerlo eterno y seguir hacia delante unidas por el lazo más hermoso y necesario del mundo. Todo cambia ante una historia de paraíso, de un infierno de terror y mi alma rebosa de armonía y felicidad al tener a mi mujer que es lo más grande y que me ha hecho conocer la dicha como esposa, amante y amiga, para desear juntas compartir, para siempre nuestras vidas... 

Hoy, hemos estrenado nuestra plaza de garage y estamos muy contentas. Un abrazo