SIN DUDA ALGUNA

Ella, me da amor verdadero, amor del bueno y lo demás son cuentos chinos. Mi mujer, tiene coche, pero no cabe mi silla eléctrica, así que para irnos a Gandía a ver a nuestra familia o a cualquier otro sitio tenemos una silla manual prestada por la Cruz Roja, que se pliega y la puede meter detrás de los asientos traseros. Cuando nos vamos, me tiene que empujar haciendo un gran esfuerzo, me sienta en la parte delantera a su lado y después la pone con lo que pesa en su sitio hasta que llegamos al lugar de destino en el que es más grande el trabajo que tiene que realizar. Cuando llegamos a Gandía realiza la misma acción, tiene que levantarla para subir el peldaño de la finca, entrarme en el pequeño ascensor y ya descansamos con el papá y la familia hasta la vuelta, pero ésta es peor aún para ella, pues siempre venimos cargadas a nuestro hogar y lo primero que hace es descargar mientras me deja calentita en el coche y por último entramos en el garage, me abriga muy bien y nos metemos en nuestra casa en donde me lleva enseguida a tumbarme en la cama, lavarme, cambiarme los pañales y ponerme el pijama. Ella se cambia también, se pone cómoda y hace la cenita maravillosa para las dos sin pereza de ninguna clase.

Mi gran amor se desvive conmigo y no piensa en su hernia discal, que le da muchos problemas y que a mi me hace sufrir, pues le duele y no le importa nada excepto tenerme a mi con una calidad de vida inmejorable, aunque el Señor nos da fuerzas a las dos, para sobrellevarlo con nuestro enamoramiento, que cada vez es mayor.

Las miradas de mi mujer me vuelven loca de amor, las mías a ella, me tiembla todo mi ser y si hay un ejemplo de amor verdadero ese es el nuestro, por eso, a veces equivocarse de camino es necesario en la vida, para llegar al que está lleno de sentimientos profundos, que van más allá de lo terrenal.

Casi siempre jugamos al parchís, al dominó, con nuestro pou, nos apostamos besitos románticos y llenos de pasión ardiente, jugueteamos, vemos la tele y escuchamos música que nos gusta a las dos y que hace que en nuestra casa reine la alegría. Nuestros pequeños se dan cuenta de todo y son felices a tope, la adoran y ella a ellos y desde que está en nuestras vidas han mejorado muchísimo.

A pesar de mis problemas de salud, nada nos impide hacer el amor cuando surge, pues no puede ser todos los días, pero con ella, he conocido ese beso con el que tanto soñé y que nos hace pasear las mariposas del amor por nuestro estómago, por nuestro alrededor y lo más grande en una pareja como es la noche mágica de las maravillas de una relación muy íntima y personal, para seguir en este camino de rosas y espinas, que es lo mejor del mundo y por lo que todo cambia de color.

Mi mujer me ama con todo su corazón y toda su alma, pero ella sabe que mi locura de amor no es inferior al de ella, pues a veces al verla tan bonita por dentro y por fuera, me doy cuenta de que ha sido un milagro como respuesta a todo lo pasado, a mi fe, a mi esperanza, a mi lucha por sobrevivir con las ayudas que recibo y ahora, con el verdadero amor de mi vida a mi lado y que es verdadero y lo demás son cuentos chinos.
El tiempo es muy sabio, pues no sentencia enseguida, pero cuando llega el momento señala la culpabilidad y le da la razón al inocente...