RODEADA DE PAISANOS Y CON CHORROS DE AMOR EN MIS MANOS

Esta mañana, me fui a desayunar y se sentó conmigo una mujer, que fumaba también y estuvimos charlando, además era valenciana y me explicaba, que aquí existen muchos valencianos y que a mi se me notaba por el hablar, pues suelo decir de vez en cuando che. La gente cada vez me sorprende más, por lo amable, educada, humana y porque no me ven una incapacitada, me ven valiente y para los hombres, tengo la desgracia de ser guapa y simpática. Después mi auxiliar me llevó de compras y ya tengo la lavadora en casa y mañana, me tocan los muebles, algo que deseo, porque me está quedando una casa muy linda. Mi cama es super buena y el día que la mujer de mi vida aparezca, seremos las más felices del planeta, porque tengo mucho amor en mi interior y ganas de que me roben el corazón, con el más verdadero e inmenso amor, para recibir mi gran tesoro y corresponderle. El viento de febrerillo está como loco, pero voy con mi silla por todos los sitios, intentando conocer bien los lugares de aquí y cada vez, duermo mejor, con su grito desgarrador, que me invita a imaginar ese interior lleno de hermosura, que hasta puede serlo exterior y no por ser  fea, ser mejor y más profunda. Estoy segura, de que al año que viene, celebraré el día de los enamorados y lo haré cada día de mi existencia, por recibir mi premio al estar unida a mi alma gemela. 

Mis pequeños están felices y se portan divinamente, estamos juntos los cuatro y me quieren cada vez más, saben que se tienen que salir cuando me arreglan y se dan cuenta de todo, por eso, nunca jamás, volveré a tener a ninguno, pues mis chiquitines son insustituibles y sus caras ya no serían las mismas, ni tampoco lo especiales que son para mi, pues los he criado como a hijos.

Mañana, me voy a desayunar, pronto empiezo en la asociación, los servicios sociales se portan de maravilla y cada vez estoy más a gusto, al sentirme persona y no como me veían en otro lugar de este planeta, que no era nada normal y habitaba lo peor de lo peor, menos las excepciones.

Ahora, ya me han dejado acostada, estoy calentita y con ganas de ver a mi amor con el pensamiento, de sentir su calor, su mirada, su sonrisa, sus caricias, sus te quiero, sus hechos, sus besos, su dulzura, su sensibilidad, su ternura, su pasión, que me abrace sin despegarse, hasta que me emborrache de su amor y no se me vaya la resaca nunca, porque será única para mi y yo para ella....