MI PRIMER DÍA DE COMIDA A DOMICILIO

Tras volver a tener bien llevada la medicación, hoy me encuentro mejor, pues ayer me dieron un disgusto espantoso y no paré de llorar, porque me hicieron sentir una porquería. Tuve que ir al médico de cabecera, que me han asignado aquí y lo han hecho en la planta baja, porque arriba, no tengo acceso y me lo arreglaron así. Cuando entré me puso una cara impresentable y me riñó, por tenerlo a él, sin culpa de ninguna clase y entonces se puso furioso con los de recepción, por no haberle consultado. Como estaba tan enfadado, me hizo las recetas mal y tuve que volver. Desgraciadamente cuando entré, se echó las manos a la cabeza y salió fuera, para organizarles una buena riña a esos compañeros y me dijo: Que cuando abrieran el nuevo, se reunirían, para ver quién se quedaba conmigo. A mediodía, volví para retirarme de él y el muchacho que lo vivió todo, quiso que le pusiera una reclamación o que hablara con el coordinador del centro y eso, es lo que voy a hacer. Me sentí perdida, desorientada, con ganas de morirme y gracias a la asistenta social, que no le pareció normal el comportamiento de ese monstruo, me dijo que me vería mañana sin falta la psicóloga, pues me puse muy mal. Después me mejoré un poco y vino a verme la dueña del restaurante, que nos sirve la comida a domicilio y elegí el menú que yo quise, para cada día de la semana y me sale subvencionado muy bien de precio, porque ahora ya han quitado dicha ayuda, pero yo ya la tenía en aquel pueblo y no estaba de baja. Hoy ha sido el primer día, que la he estrenado y la comida es estupenda, ahora, mis pequeños comparten conmigo un poco de la misma y me hace gracia como se ponen a mirarme sin rechistar, hasta que les doy un poco a cada uno.

Mañana me llevan al Perpetuo Socorro en ambulancia, pero me voy en camilla, por mi estado y me tiene que ver el urólogo, por el tema de la sonda, que me ha hecho perder bastante sangre y me lo ha de solucionar, pues estoy muy débil. 

Por lo demás, estoy mejor y más animada, porque me está quedando una casa muy linda y acogedora, por eso, salgo por la mañanas a desayunar y por la tarde ya no me apetece salir, mis pequeños me los saca una persona que tengo contratada y mi pequeño, se está poniendo más gordito de tanto como come, a mi kimba le doy tratamiento y mi gordito sigue como un rey, así que estamos muy bien atendidos y no nos falta de nada, para llevar una calidad de vida decente y digna. 

Desde mi corazón, también hay dos personas a las que les doy las gracias, por sus continuas estimulaciones, que me están dando mucho apoyo y cariño y ellas lo saben.

Un abrazo