Ahora que me siento a gusto en mi casa y duermo más que vivo, no me apetece salir tanto, pero es que me falta el amor en esa mujer que no tengo, a quien decirle ¡te quiero!. Mi sueño va desapareciendo y eso convierte mi caminar, en un aburrimiento y en querer estar sola, por miedo a las preguntas y al cotorreo. La medicación me quita la ansiedad y mi grave depresión se estabiliza, pero lo estoy pasando muy mal en cuanto a mi salud, porque los dolores son insoportables y a veces me aterroriza llegar a morir sola, sin el amor de mi vida. Creo, que no existe ya esa persona capaz de abrir mi corazón y mi alma, aunque los ánimos que recibo sean estupendos, pero yo soy así, siento de esta manera y nací para tener a mi lado a quien hacer feliz eternamente. Tengo altibajos enormes, este lugar es grande y la gente muy humana, pero mi interior vaga por un desierto, que no lo llena nada. La edad pasa deprisa y no sabré nunca lo que es ser amada, pues se le da más valor a las cosas que a las personas y eso, me llama mucho la atención. Un coche, se cuida más que a la esposa o a la pareja, no se cansan de él y lo lavan y cuidan, como si tuviera sentimientos, pero a un ser humano lo mandan a tomar el viento, para que lo arrastre muy lejos y perderlo de vista, cuando sufre algún estropicio o simplemente se cansa la gente de ver la misma cara cada mañana, Nunca podré comprender tanta maldad, tanta falsedad, tanta hipocresía, tan malas entrañas, ni tanta gente asesina, que se cree que matar es coger una pistola, hay muchas formas de hacerlo y me doy cuenta de que estoy muy tocada, por los que un día me lo arrebataron todo sin escrúpulos de ninguna clase. porque me conozco y se cada balazo está incrustado en mi espíritu y en mi carne. Ahora, dentro de un rato, vendrán a ducharme y a vestirme, saldré a desayunar y me saludarán muchas personas, que van a su marcha, no me apetece más que estar sola, porque apenas hablo para no darme a conocer, aunque pronto estaré metida en actos de diversión y charlas en una asociación de mujeres. Solo me encuentro a gusto con unas escasas amigas con las que hablo por teléfono, pero por lo demás, al no encontrarme bien, la moral la tengo por los suelos.
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