El verdadero amor, no es lo que se siente cuando ves a una persona por primera vez, es la raíz de un comienzo, que si está sana y es auténtica, crecerá cada día y a través del tiempo. Ni los vientos, ni los huracanes, ni las tormentas, ni la sequedad, ni los peores fenómenos atmosféricos la podrán arrancar, porque será demasiado fuerte y permanecerá de pie, por mucho que lo azoten por todas las partes. El amor verdadero, es suave como la brisa fresca del verano, pero profundo y lleno de belleza, como la vida que se respira en el interior de un océano. El amor verdadero no tiene límites y no es aburrido, pues depende de la pareja, hacerlo cada vez más bonito. Tampoco es una rutina, porque cada amanecer, tendrá un color diferente, para convertirlo en eterno y ser siempre un presente. El amor verdadero, se siente por los cuatro costados, igual que los tiene el planeta tierra, es el antídoto de la soledad amarga y muy negra, es la preciosidad más grande e inmensa, es el perfume de la esencia penetrando en cada poro de la piel, es la divina alianza de dos espíritus en un solo ser, son dos cuerpos que se estrechan, para fundirse en un solo placer.
El amor verdadero, es un expreso de lujo, es la flor universal, que no necesita estaciones, es reflejarte en la otra parte, para seguir respirando, esperando que llegue la noche, para darse por entero en la intimidad más sagrada, enviada desde el cielo. El amor verdadero, no tiene fin, no tiene desamor, el amor verdadero es un sendero con piedras y arena de mar, es un jardín plagado de hierba buena, que te relaja y te hace feliz, es la confianza y la alegría de mirarse, sabiendo la pareja, que una y la otra están ahí, es la magia de la gloria y las cosas tontas de la vida, pero es lo más perfecto y hermoso, que nos concedió Dios, sin distinción de sexo, ni de color. El amor verdadero, siempre quedará real y majestuoso, ese árbol bien plantado, que al final, todos quieren tenerlo y contemplarlo. El amor verdadero, siempre es un presente y un futuro, aunque llegue la muerte, es convertirse en un águila real y abrir las alas, para volar junto al amor verdadero, ese tan distinguido, que entre riñas, sonrisas, te quieros, miradas, desacuerdos, estremecimientos y calmas, se va haciendo más alto, sano y precioso; una obra de arte, que solo pudo crear para los especiales, el TODO PODEROSO...
Bueno ya no sabría que decir pues lo has dicho tu todo.Creo que tendré que dejar de escribir poemas de amor ya que la esencia esta ya aquí toda escrita. jjjjjjjjjjjj que bonito lo que has escrito cielo. ojala todo eso lo tengas pronto.Bss
ResponderEliminarQueridas amigas: Solo describo lo que yo sentí, demostré y viví sin calar en nadie, pero es lo que mi corazón expresa de lo que experimenté y que a mi edad, fue demasiado fuerte al ser el primero y no quiero volver a pasar nada igual, pues estoy indefensa y quiero vivir con el amor de pocas, pero calidad de buenas amigas, con eso y mi Protector divino, me conformo..Un abrazo
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