POCO A POCO

Poco a poco, me va preparando mi auxiliar los paquetes, con todo lo que ya puede ir guardándome, para cuando llegue la hora de partir. Ya va quedando menos y el tiempo pasa deprisa, y conforme se aproxima el momento, me va entrando más miedo hacia lo desconocido y la esperanza de una vida, para salvarme, estabilizar mi enfermedad y estar tranquila. La presencia del pasado me empeora, los que me han condenado por su boca también, los que me señalan gracias a ella, me han asfixiado y mi sufrimiento aflora mi agravamiento, por eso, si no quiero morir de dolor y de esta opresión en mi pecho, por todo lo que me provoca lo anterior y recordar las barbaridades que he pasado, con la discriminación de un pueblo por la gran mayoría llena de maldad, tengo que salir de Casas Ibañez y evitar, que me llegue la muerte si no es por orden del cielo. Me enterraron en este lugar, partiéndome con hachas enormes, que me desangraron sin cesar. Mi debilidad aumentaba, mi depresión se agravaba y se me disparaban las consecuencias, yendo a peor en todos los aspectos. Ahora estoy muy mal, tengo complicaciones importantes, pues la parte psicológica me destruye, y ni como, ni respiro, ni veo nada, y me voy apagando con las pesadillas que ya tengo hasta despierta, y que me estallan en la mente como una bomba de relojería. A veces, no se, si todo esto es real o me voy a despertar de un momento a otro, pues no merecía los malos tratos, ni el robo premeditado, ni la traición, ni que me abandonaran como a la porquería, ni que me engañaran con mentiras cada día, ni que me arrebataran la vida, porque era un juguete y mientras estuve sana le servía de mucho, en su partida de interés, pero en la enfermedad, ni tan siquiera fui una persona, que se mereciera respeto, una calidad de existencia y el trato de un ser humano, pues a la vez iba en busca de otra y se encontró con un pájaro, que le salió volando. 

Una mujer inestable, desconfiada, recelosa, manipuladora, dominante, agresiva, sin personalidad, violenta, prepotente, llena de malicia, sin sentimientos, vacía, infiel de naturaleza, mentirosa compulsiva, sin profundidad alguna, superficial y que se cree, como todo ladrón, que los demás son de su misma condición. Nacida con complejos de inferioridad, ocultados tras la coraza de creerse doña perfecta, sin mirarse al espejo y ver su gran fealdad, pero ya no solo en lo físico, pues eso es lo de menos, sino en que no sabe diferenciar lo malo de lo bueno, ni el amor verdadero del sexo, una mujer que pudiendo ser rica, eligió la pobreza del maligno y ahora está arruinada, engañándose para sobrevivir, con el infierno de su conciencia. Quien me toca a mi, en la ingenuidad de haberlo dado todo sin medidas, en los años que ya tiene y que sabe lo que hace, por mucho que se engañe, para Dios no pasa desapercibida, y si tuviera sabiduría, comprendería que la justicia del cielo ya le comenzó y la que le queda todavía, pues por no saber hacer ni la o, no puede, no sabe, ni quiere, tener la humildad de pedir perdón, aunque todo siga su curso....No me importa lo que pueda chismorrear ya, porque la gente que no es tonta sabe la verdad, la conocen todos, saben de que pie cojea y a las espaldas la ponen verde, porque no es trigo limpio; pero de mi, en el fondo,  solo vieron una mujer enamorada, desprendida, que nunca le fallaba, que se desvivía con los suyos y que en la enfermedad fue abandonada, a pesar de sus calumnias y la fama que me ha puesto de enajenada, cuando sabe que de eso no tengo nada...., pero ella, si que sufre de una enfermedad y sin embargo no se la reconoce...¡eso si que es grave, por no querer curarse!. Ahora, me voy a coger el autobús de las siete menos cuarto y regresaré en el de la una, hecha polvo, pues apenas tengo fuerzas, voy sondada, tengo angustia y no me encuentro nada bien.