¡PREFIERO VIVIR EN SOLEDAD, QUE VIVIR ACOMPAÑADA SIN ESTAR ENAMORADA!
Hoy, es muy grande la rebeldía interior que me invade, no puedo con mi vida, entre el llanto, el grito de mi corazón, la sombra de mi trauma, mis presencias mentales, mi aburrimiento, mi sin sentido a nada, mi soledad amarga, mi desperdicio de años, esperando para acabar fusilada, esta enfermedad que no asumo, la ingratitud, un pasado lleno de pesadillas, el miedo, la incertidumbre, un comienzo indefensa hacia lo que se me avecina, todo me tiene derrumbada y con una angustia constante, que me impide comer. Quisiera golpearme la cabeza con la silla y darme coscorrones; en mi casa, escucho pasar a la gente, la oigo reír, tienen sus ilusiones, sus cosas que hacer, pero yo no soy feliz de esta manera, ya no podré serlo nunca, por eso, aunque me marche para no empeorar, estoy asustada, tengo taquicardia, ansiedad, una pena que me sangra y me tengo que desahogar. Solo aquí, entre palabras escritas poco a poco, de un ser humano destrozado y roto, puedo exponer lo que siento y lo que pienso, entre las lágrimas que invaden mis ojos, dejándolos nublados y sin ver casi nada. No se ni por donde empezar, pues no me encuentro bien, los consejos que me dan son muy buenos, pero no puedo defenderme como quisiera y me derrumbo hasta la más infinita profundidad, saco fuerzas de donde no existen en mi ser, porque tengo a mis pequeños, que no tienen culpa de nada. El miércoles paso el tribunal médico y me han citado a las nueve de la mañana, sabiendo que salgo desde aquí, por lo que el autobús lo cojo a las siete menos cuarto y es un madrugón, que me perjudica a mi, pero a ellos les importa tres pitos y encima me voy sola, con mi debilidad, mi sonda y con un frío espantoso.
Para mi, la vida es tener mi pareja, estar con ella, compartirlo todo, salir a pasear, ir al cine, cenar o comer por ahí, ver nuestra tele, llenarla de besos y recibirlos de ella, abrazarla, besarla, decirle cositas, mirarla, verla a mi lado en la cama y colmarnos del calor de nuestro amor eterno, de la ternura, de la dulzura, de las caricias, de las sonrisas, de los momentos tristes, de los graciosos, de que sea mía y yo de ella, de que nos sobre todo, menos nuestros sentimientos más bellos y hermosos, traspasados de la una a la otra, con nuestros hechos diarios y nuestras riñas, que caminemos por el sendero que conduce hasta la muerte, pero cogidas de la mano con lo más grande y verdadero de este mundo asqueroso....¿por qué?, ¿por qué sufro tanto y me muero de pena?, ¿por qué no soy igual que las demás y no puedo ponerme una coraza?, ¿por qué siento tanto amor dentro de mi, si de nada me sirve?, ¿por qué vine al mundo, si soy capaz de amar de verdad y ya no se estila, ni nadie lo quiere, excepto el sexo y la promiscuidad?. No entiendo nada, no lo puedo asimilar, pues si no tengo lo que deseo para vivir, cuando entierre a mis pequeños, prefiero morir......
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