En un comunicado que estaba leyendo, me he sentido muy identificada, pero yo no callo, ni guardo silencio, aunque perdiera la vida en ello, por eso, siendo consciente de mi indefensión; en lo grave, tengo quien me representa y en lo que puedo, me lo lucho yo.
Mi constancia y reclamar lo que me pertenece, ha hecho que el Ayuntamiento, me reconozca el tramo de rampa que me tienen que abonar, por eso esta semana, me harán la transferencia y decir que no se han portado mal, aunque haya tenido que ser pesada y presentar mis escritos. No tengo nada contra la señora Alcaldesa, pues nunca he pedido permiso para entrar a verla; si la he pillado me ha atendido y nos hemos tratado con educación, respeto, amabilidad y diciéndonos las cosas en la cara, pues lo cortés no quita lo valiente.
Ella sabe que estoy muy mal, pero también que no me rindo, cuando tengo que conseguir lo que me corresponde por derecho, pues todos los españoles, deberían pensar, que hoy pueden estar bien y mañana peor que yo, o incluso muertos.
Lo que sigue a continuación, es una realidad tan grande como una catedral, pero con los ancianos hay más debilidad; la poca juventud que me queda y la fuerza, que me llega del cielo, no me hace ser mejor ni peor, pero si soy completamente diferente a los demás, pues mi lema en esta vida, ha sido amar la justicia e ir contra las injusticias sea como sea, ya que pasé una experiencia, en la que por inocente y confiar, me dieron muchas palizas, me pusieron la pena de sentirme culpable y me robaron a mi hija, y ni tan siquiera, llegaré a conocer a mi nieto o nieta.
Los que me han torturado sin parar y se han reído de todo, fueron advertidos por mi nobleza, supliqué piedad gritando a una puerta, pues ella lo sabía y no le importaban los cuchillos, que me clavaban en mi cabeza, solo un monstruo llamado hombre salió y me profirió con la mano levantada, los insultos que le dio la gana y me pusieron delante de una capa negra; me condenaron por una interferencia que ella buscó y se encargó de convencerle, haciéndole creer que era una enajenada mental perseguidora de mujeres, violadora, acosadora, obsesiva y de todo lo peor. Me arrebataron mis valores morales, que han sido mis más preciados tesoros, mi imagen, mi honor, mi honra, la de mi madre y me acusaron de brutalidades, impropias de unas mentes sanas, pero sí, de lo más perversas; iba medicada a tope y se descargaron condenándome por nada, pues dijeron que le grité ¡sal que te voy a matar!. Cuando recurrí a la Audiencia, me dieron la grabación de unas agresiones de otra persona y nada era normal, pero todas las piezas empezaron a ponerse en su sitio, cuando fui llamada por la médico forense, que fue toda una profesional y sabía que yo no estaba loca. Me han perseguido y en este lugar me han puesto un letrero infernal, estoy amenazada y de forma grave, he sido agredida y no he podido defenderme, me han hecho de todo y han querido ignorar lo mío, pero mi protectora legal, luchará hasta dejarse toda su sabiduría, para que pueda recibir lo que me merezco y que parece que no le interesa a alguien que salga mi caso, pero estoy completamente segura, de que ahora, todo será diferente y me atenderán como ser humano que soy, sin discriminación alguna, por culpa de un sitio, en donde se tapan unos a otros, porque son de aquí, y yo por ser fuera, soy una loca y la forastera problemática, que no puede ser más mala. El fiscal y la juez tienen que tomar la decisión y espero que si la palabra de un hermano, que hubiera dicho cualquier cosa, sirvió para condenarme, espero que con todo lo que tengo, se celebre mi juicio como delito y gane el bien, para que la gente maltratadora de discapacitados reciban su merecido, por aprovecharse de quien no puede defenderse; por eso, aunque me cueste empeorar, seguiré luchando hasta llegar al final. La justicia es para mi, sagrada; la injusticia una salvajada propia del ser humano, pero rectificar es de sabios y por eso no pierdo mi fe, en que el daño y todo el empeoramiento que sufro, reciban su merecida sentencia de declararlos culpables, como viene en el código penal, como delitos y no como simples faltas.
Esto que viene, es lo que se ha tratado seriamente y por lo que vale la pena luchar, para que no le vuelva a pasar a nadie, otra historia igual a la mía.
Las mujeres con Discapacidad que sufren malos tratos son a menudo víctimas
invisibles, ya que en muchos casos dependen de la persona o institución que les deben cuidar y debido a ello, no denuncian. Los expertos reunidos en la conferencia
internacional "Los desafíos del nuevo milenio para las mujeres con Discapacidad"
debatieron sobre esté grave problema y sus posibles soluciones.
Hola me gusta mucho tu blog, no te rindas y sigue por ese camino
ResponderEliminarSaludos
Seas quien seas, gracias por tus palabras y decirte, que no me rendiré hasta conseguir lo que es mío y que me arrebataron criminalmente.
EliminarUn saludo