Era digna de pena, pues por los malos consejos de la gente, que recibir regalos lo sabían hacer muy buen, dar besos, colmarla de alegrías y aplaudirle, hasta hacerle creer que se haría famosa con sus cuadros, cuando llegó la hora de la verdad, apenas le compraron alguno, de los mil que había pintado por darse un capricho. Una amiga que tuvo de verdad, le indicó que si era por gusto, que se hiciera dos para ella, pero no le hizo caso y entre unos y otros, se le subió el pavo a la cabeza, aparte del dineral que se gastó. Dios ensalza a los humildes y humilla a los prepotentes, y esa solitaria mujer, con el tiempo, tuvo que poner a un precio tirado, los cuadros, que ni tan siquiera así se los compraban. Un día se quedó casi sin dinero, no tenía entradas y no tuvo más remedio que ponerse en un espacio de la calle, para intentar ganarse algo con la venta de ellos, pero no supo como hacerlo y de la manera que los exponía, no podía tener éxito. De repente le bajó un ángel del cielo y le dijo que lo intentara de otra manera, pues probablemente se le pararía la gente y si daba explicaciones, conseguiría tener más posibilidades, por eso le dijo lo siguiente:
Mira, pon los cuadros en una especie de madera o algo similar y cuélgalos de forma que se vean bastantes y no los tengas agachados de manera que nadie se pare y no se agachen a mirarlos, porque pasan desapercibidos, inténtalo como los que tienen un puesto de revistas y se paran a leer la portada, después el resto, lo pones contando lo que significan y les echas una sonrisa de cortesía, te enrollas un poco y seguro que te saldrá mejor y no estarás sola, mirando el sol del cielo o la luna con sus estrellas.
Aquella mujer, recibiendo un escarmiento a lo que no se debe de hacer, antes de probar con unos cuantos, se precipitó porque no tuvo madurez, para reflexionar y no tener un capricho tan tonto, cuando si hubiera sido por eso, le habría escuchado el consejo, a la única persona que de verdad miraba por ella y sabía que era una locura, por lo que ahora le pasaba y que ella estaba segura de que el cielo le daría su mensaje, por desobediente y soberbia; sin embargo por pena, aquella voz le estaba dando la alternativa, para hacerlo todo más visible, más cultural y con más presencia, llamando a la verdad de la actualidad al resto de la gente, que mucho hablar por detrás, pero a la hora de la realidad, no aceptan a los que pintan cuadros al lienzo del desnudo humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invito a expresarte, a que digas algo o dejes la huella de tu presencia de alguna manera, puedes elegirla a tu gusto.
Respétame y serás respetado y te invito a suscribirte, para verte entre mis amigos.
Para mi, sería un placer conocer tu opinión o lo que sientas, pues los comentarios son el alimento y la gratitud de poder seguir compartiendo.
Opinar es gratis y no cuesta dinero, os invito a hacerlo libremente.
Gracias y besitos sea lo que sea, que hayáis decidido...