SER HONRADOS NO CUESTA NADA

Las personas pueden ser mejores o peores, pero ser honrados con los demás con la verdad por delante, es de ser nobles, honestos y dar la opción de elegir libremente para no hacer daño.

Jugar con cuatro años de mi vida por las carreteras, sin faltar ni un solo día, con lluvias, tormentas, heladas, nieblas espantosas y nieve, es de ser muy mala persona, la que sin pensar en los peligros que corría, me utilizó como quiso y de mi amor se reía, porque nunca lo sintió ella y me sacó lo que quiso, hasta dejarme en la enfermedad abandonada y destruida como a una porquería, utilizando métodos criminales, que no se merece ni la peor persona del mundo, robándome lo que nadie tiene derecho a quitar y con burlas hasta el final, para salvar su reputación de la que vive, o mejor dicho vivía, porque cuando vieron a la otra, la gente murmuraba y comprendió la verdad y a cada una puso en su lugar.

Cuando me agredieron moral y psicológicamente de la forma más bestial, fue llamada por los servicios sociales, para advertirle de lo que me estaban haciendo, pero no hizo caso y se ensañaron más todavía, por eso no pararé hasta que se me haga justicia.

Si son las personas que me imagino, u otros familiares, saldrán a la luz; y todos los que utilizó para torturarme de la forma más salvaje, estoy segura de que esta vez la justicia se hará realidad y recibirán su pena, junto a una mujer que considera a un ser humano, como un juego en el que a veces se gana y otras se pierde.

No hagáis esas cosas con nadie, pues pensad que existen los sentimientos y daños que pueden ser irreparables; si no os late el corazón y el alma con quien tengáis al lado y no le dais importancia, hablar claro desde el principio y dejarla marchar, para no acabar haciendo llorar a quien quizás, es lo mejor que os pasado. Mi historia es para escribir un libro, pero lo positivo es que el demonio me la puso y Dios permitió que me llevara a la cruz, para resucitar con su gloria y volver a ver la luz.