DISFRUTAR MIENTRAS SE PUEDA

Hoy estoy hundida, pues el lunes me van a vigilar, como si fuera una criminal peligrosa, así me hacen sentir y no soporto el dolor que me provoca. Me acusaron injustamente por culpa de alguien, pero solo rezo sin parar, para que mi hora llegue y se aplique con la misma igualdad, la justicia que me merezco, pero como delitos cometidos contra mi persona.

Alegría, para quienes la tengan y que la disfruten todo lo que puedan, porque la hora de la realidad llegará y si gano con la verdad que siempre digo, les caerá una sentencia con penas por delito y descansaré sabiendo, que la ley existe para todos los culpables y no solo para una inocente.

Me han tratado como a una enajenada mental y me han hecho de todo, pero ahora que he sido revisada por una forense justa y no tengo nada de eso, solo le pido a Dios, que se compadezca de mi crucifixión y me resucite con la gloria, para mi y mis seres queridos.

Mi dolor está dentro de mi, pero no lo demuestro ni lo haré, me distraigo y obedezco, para que mi salud no empeore, pero cuando llegue el momento, decidirá un juez y lo dejaré todo en manos de él.

Se quienes son los culpables, los conozco muy bien, pero quiero verlos a mi lado, para que se den cuenta de que nadie se ríe cínicamente de una justicia, que no siempre se equivoca.

Brindad sin parar y gozad todo lo que podáis, pues quienes matan sin piedad con conocimiento de causa, una y otra vez, ensañándose hasta enloquecer de placer, pisoteando como a una mierda, a un ser humano que no ha hecho nada, a mi madre que está en el cielo y todo lo demás que no quiero ni recordar, porque me tortura la mente, acaban suplicando clemencia y pagan caro su fiesta.