PARA TODOS LOS QUE LEÁIS MI BLOG

Estoy siendo brutalmente atacada por tan solo unas personas concretas, conocidas perfectamente por mi ex pareja. En el tema anterior a esta explicación, en ningún momento me refiero a nadie, solo hablo en general y me sigo ratificando en que personas locas, porque solo las locas o las que son criminales a rabiar, se sienten identificados en lo que escribo y no paran de enviarme ensañamientos bestiales, que están en manos de la justicia, no se pueden reprimir y sacan la violencia que llevan en su interior. Después de leer el tema podéis leer el comentario que anoche después de entrarme desde Madrid sobre la 1 y pico de la madrugada, a los cinco minutos me llegaba el mismo.

Tengo la nobleza de enviárselos a mi ex....para que pare, tanta aberración y que me ha empeorado notablemente, pero parece ser que, o pasa de todo, o es que no le hacen caso.

La pena es que si se da la orden judicial, aunque crean que se pueden escapar, lo podrán hacer con alguno, pero el resto será suficiente para recibir lo que se merecen.

Si la consideran a ella responsable de la instigación a esas salvajadas, se encontrará con verdaderos problemas, pues no pueden controlarse ante la rabia que tienen de que no van a triunfar, pues aunque vaya a peor, tengo a una doctora que sabe la tortura a la que me están sometiendo con calumnias y con el propósito de volverme loca, la depresión mayor que sufro por todo esto que me están haciendo y que ella misma me aconsejó denunciar.

Tengo muy claro que seguiré escribiendo si me apetece, porque da igual de lo que sea y en donde esté, porque soy la obsesión de esa familia y no pueden quitarme de sus mentes.

Las familias que tanto presumen de estar unidas, no dejan solas a otras personas y si quieren saber algo de ellas, tienen que gastarse el dinero y desplazarse, porque con el tiempo los demás se vuelven hacia la otra parte, a la hora de una enfermedad las dejan solas y no salen a su encuentro y siempre tendrán excusas de mucho amor, pero a la hora de la verdad, solas ante cuatro paredes están.

A mi me importa la gente que me quiere aunque no lleve mi sangre, pues precisamente son mejores que esas familias llenas de falsedad y que en realidad tienen malas entrañas, para decirme tanta y tanta salvajada.

La que fue mi ex.....desde el primer momento en que nos conocimos, la propia familia fue la que se volcó en crearle algo en su corazón, y no pudo saber, ni quiso ponerse en su sitio por desconfiada, porque llegaba alguien de una capital importante, que estando en la misma igualdad de poder pensar así de ella, no lo hizo y se entregó por completo y nunca se me pasó por la cabeza esa porquería de materialismo, porque me enamoró creyéndola pobre y no me importaba, pues yo trabajaba en vodafone, era toda una profesional y hasta me compré mi coche por complacerla y demostrarle mi amor verdadero con hechos reales y con mis detalles; pero todo por ser ellos unos vividores del dinero ajeno y verme una persona inteligente, conocedora de leyes y porque su hermano no soporta que una mujer sea más entendida que él y eso se lo albergaron en su interior, hasta que en la enfermedad la convencieron y al no haber lo que tenía que haber, no le importó hacerme todo lo que me hizo, para después seguir estando sola y cada uno a la suya.

El destino nos lo elegimos nosotros, porque somos libres de elegir lo que realmente queremos, por eso no se puede hablar de que el destino separa a una pareja, cuando han sido los demás con su consentimiento y por pensar que los hijos son los más importantes, cuando a la hora de la verdad dejan sola a la madre entre sus cuatro paredes, pero con mimos e interpretaciones, ella es la que siempre tendrá que dar y sola morirá.

Lo que has escrito con un disimulo para confundir, me lo has dedicado a mi, porque sabes en el fondo y cuando tienes un poco de luz, que ahora puedes comprender y  darte cuenta de lo que has perdido y que no volverás a tener con nadie, pues es casi el mismo que el anterior y por la prepotencia tan grande que posees, no sabes reconocer, ni puedes pedir perdón. 

Nunca serás feliz y no quieres que me vaya, porque me odias con todas tus fuerzas, pero saber que estoy aquí te hace sentirte mejor ahora, que te estás dando cuenta de muchas cosas.

No hables del destino, cuando tuviste tu elección, pero no supiste equilibrar la balanza cuando decías que las dos éramos tu vida entera, porque a mi me robaste influenciada, me traicionaste y no te tuve cuando tanto te necesitaba, el mal te inculcaban,  perdiste el control y a la calle me tiraste, indefensa y sola.

Yo no soy falsa, no quiero nada de una sangre que ni he conocido, ni quiero y que quisieron llevar a una residencia a mi pobre madre y a mi hermana y me enfrenté a todos, para llevármelas conmigo, no sabemos fingir y tirarnos la piedra, para esconder las manos después, pero esta comentarista si que tiene entrañas de mal engendro venenoso del demonio maligno, que se ensaña con una persona que no le ha hecho nada y ya me demostró una vez cómo era y se quien es.

El miedo y la cobardía son sinónimos de gente que no se siente limpia  y es retorcida, pues las malas compañías de ciertas familias, destruyeron a una persona, que podría, de haber sido diferente y no dejarse llevar, porque en ese momento le convenía, cometer delitos, que se pagan según las leyes y sola se encontrará, porque ellos ya no estarán.

La vida con los hechos pasa factura y a ella le ha llegado, porque no es feliz ni lo será nunca, yo soy muy joven todavía y sin necesidad de marcharme si no quiero hacerlo, puedo desplazarme a la capital y conocer gente e incluso a un tesoro de mujer, pero no me engaño a mi misma.

Que estuvieron con otra lo se, pero a veces de esos desengaños, es cuando una persona valora a lo que ha tirado de su lado y llora por todo lo que ha hecho, recordando al calor del fuego en su verdadera soledad, a quien de verdad supo que la amó, pero jamás reconocerá su pecado.

La prepotencia, el orgullo y la soberbia, no puede dejar vivir en paz a nadie, van arañando las paredes del interior y cada vez duelen más, porque son uñas que van creciendo hasta que por no querer vencerlas, acaban muriendo en verdadera soledad, con la sombra del pasado que las persigue y acaban llorando en realidad, por haberse perdido la verdadera felicidad y lo que es el amor verdadero.