Me siento muy débil y no sé si es que la depresión me ha cerrado el estómago, pues en todo el día solo tomo dos cafés con leche y una magdalena. Cada vez me traen un menú estupendo, pero en cuanto lo tengo delante me entra una angustia espantosa y un nudo que no puedo con la idea de meterme en la boca nada. Hoy mi médica me ha confirmado que es por la depresión tan grande, que me quita las ganas de todo, sin embargo estaría durmiendo sin parar si no fuera porque me obligan a salir a tomar el sol o dar una vuelta. No veo luz por ninguna parte y es como si estuviera atada a unas cadenas y me estuvieran azotando sin parar por el dolor tan intenso que siento y que me hace desfallecer, porque se me desangra todo mi ser.
La gran mayoría de gente mala disfruta cuando te ven así, pero ya no me importa ni tan siquiera que me miren y me hayan puesto la peor fama injuriosa y llena de calumnias que nadie se pueda imaginar, pues estoy más muerta que viva en mi interior y se lo debo a mi ex pareja y a todo su ejército, que para cubrirse ella de una reputación llamada honor, que ya no lo tenía desde hace muchos años, tenía que pagarlo yo, porque al fin y al cabo soy la forastera del oeste americano de este poblacho, lleno de hipócritas con dos caras y que se cubren unos a otros, tirando primero la piedra y escondiendo la mano después. Hasta dentro de ciertos organismos se tapan entre ellos, para no decir verdades, por aquello de ser vecinos de aquí y conocidos.
Yo todavía no he perdido la fe y la esperanza de que rectifiquen el ensañamiento de una sentencia injusta, basada en mentiras de un hermano de su sangre y de una prima invisible, que ni tan siquiera coincidieron en la declaración de los hechos, en los que se me acusa de lo que han querido y de que mi denuncia sea considerada con la seriedad que procede, para que los delitos cometidos sean reparados con la sentencia correspondiente. Algo me dice en mi corazón que habrá justicia y que su señoría se dará cuenta de todo y que podré demostrar con mis pruebas, las salvajadas que me han hecho y que pretendían que fueran mayores.
En cuanto a mi calidad de vida si la sentencia recurrida me viene igual, cuando se lo cuente a mi psiquiatra ni se lo creerá y encima durante 6 meses sin circular por donde quiera, porque he de controlar 300 metros de distancia y 5 días castigada por no haber hecho nada. Ni a los hombres que maltratan a sus mujeres les ponen eso y yo justamente he sido la víctima y me han tratado como si fuera una loca y hubiera pegado a esa persona.
Ahora ya no voy indefensa, tengo un buen abogado penalista y me lleva el caso, porque lo que me han hecho es una brutalidad muy cruel y un ensañamiento de personas sin ninguna clase de escrúpulos, ni humanidad alguna, aprovechándose precisamente de que estoy sola y no dependo de mi.
No tengo ilusión alguna, ni se en el día en que me encuentro, solo quiero que pase el tiempo volando y que pueda marcharme de aquí, para que la mujer que me robó con toda malicia lo que no le pertenecía con premeditación y mala fe para tenerme bajo su dominio, reciba su pena y no volvamos a vernos nunca más.
No pierdas esa esperanza....siempre habrá justicia para ti cuando menos te lo esperes.....lo que dices de ahí es cierto, pero no siempre les dará resultado, pues lo que es blanco y se ve claro no lo pueden cambiar de color.
ResponderEliminarTú tienes que cuidar tu salud que está por encima de los demás y no te preocupes que cada uno ocupará su sitio y el tuyo es de estar en un trono por todo lo que te han hecho, aprovechándose de que estás sola e indefensa, pero de ella......me callo
Un abrazo
Miguelito no me encuentro nada bien, todo esto me ha quitado las ganas de seguir luchando. Quiero y ya me fallan las fuerzas, siento un dolor inmenso que me ha destruído por completo. Solo quisiera estar durmiendo a toda hora, pero me obligan a salir por mi bien y ya no se como encontrar un aliciente, pues hasta escribir ya me cuesta demasiado esfuerzo y no me apetece. Hasta pronto amigo mío y cuídate también
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