SER O SEGUIR SIENDO

No hay escuela más dura, que las cosas que vas viviendo en la vida, para darte cuenta de que no quieres ser como mucha gente, que sin ser nada ni nadie, llegan a pensar antes de tiempo que pueden llegar al éxito en sus trabajos y se convierten en unos prepotentes agresivos, que son capaces de todo, para no llegar a nada al final. A la mayoría se les sube a la cabeza de tal manera, que si lo llegaran a obtener se comerían a diestro y siniestro, pero ahí está la justicia divina, para llevarlos al fracaso y a dejarlos siendo seres solitarios, vacíos y convencidos de lo que no son, porque los criminales que maltratan al amor no pueden triunfar jamás de los jamases y reciben su merecido tarde o temprano.

La humildad, los buenos sentimientos, la sinceridad, la gratitud, el llevar amor en el corazón, la confianza y la sencillez nos hace diferentes y por eso sin ser artistas se llega a la gente y les gusta hasta las manzanas que vas vendiendo si te dedicas a eso.

El encanto del ser bueno, humilde y saber darlo todo se nota en la mirada, en la cara y por encima de todo, en las acciones de no controlar nada y ser confiado hasta el extremo de que te lo acaban quitando todo y después te fusilan en el paredón.

Siempre le he dicho a mi doctora, que he llegado a la época equivocada, pues ya nadie valora de forma tan sagrada el amor verdadero y la entrega de su cuerpo como templo del Espíritu Santo de la forma que lo he hecho yo, esperando durante media vida, para que alguien que no conoce lo que es eso y la verdad, me haya ensuciado en mis valores más cuidados y haya permitido que me violen con ensañamiento brutal y un sarcasmo de demonio maldito con los escritos de un criminal

Solamente soy especial aunque tenga mis defectos, porque pienso, reflexiono y lo hago desde el corazón, para reconocer mis fallos y subsanarlos, pero nunca he sido alguien que no se ha visto tal y como es. Mi nobleza es inmensa, soy desprendida, servicial, romántica, sensible hasta el cielo, no me gusta la hipocresía y detesto la maldad de los que hacen cualquier cosa para conseguir lo que quieren y cuando ya no les sirve la rompen en mil pedazos con palos de miedo y traiciones sin calificativos. 

Nunca seré feliz, pues es muy difícil subsistir en este mundo de injusticias, de sexo, de materialismo, de superficialidad, de falta de humanidad, de respeto, pero sobre todo, cuando estás metida de lleno en un lugar, en donde habitan animales con rabia que te muerden y te matan cada día.