LA SELVA

En la selva, hay muchas especies de animales y todos ellos sobreviven como pueden y matan para comer, porque son animales salvajes, que lo hacen por hambre y por sus propios instintos, pues no son domésticos en su gran mayoría.

En la actualidad, el ser humano ha convertido bastante la vida en una especie de selva en donde cada cual sobrevive como puede y en muchos casos como les da la gana. Toda mi vida, he valorado mucho los pueblos para ir a descansar en vacaciones, ver sus arquitecturas, comprar sus productos de origen y punto, pero lo que me gusta de verdad es una capital y en mi estado, que no sea muy grande. Antes no lo sabía, pero ahora he descubierto una realidad vivida y que me ha hecho comprender algo muy importante, pues en la capital la gente va a su bola, hay mas ambiente, más diversiones y solo en las barriadas de las afueras acaban pareciéndose a algunos pueblecitos.

En los pueblos hay mucha falsedad y la llaman sinceridad de la buena, pues hay tanto aburrimiento, que le dan a la lengua sin parar y se divierten criticando a diestro y siniestro y no paran de arreglar el país con sus grandes y elevados desconocimientos cuando lo hacen justamente, aquellos que tienen su pensión asegurada por la vejez o están todos los días en la cafetería mas cara y encima llorando de que no tienen de nada.

Mi impotencia surge, porque llaman sinceridad a tener que darles la razón en todo y que a cada conversación digas si, agaches la cabeza o guardes silencio, porque no interpretan bien las palabras y te acaban trayendo problemas. Hay pueblos maravillosos en donde la gente es cordial, servicial, se ayudan unos a otros y dan gloria, pero abundan otros en donde los que hablan mucho no saben hacer ni tan siquiera la o en un canuto. 

Yo vivo en un lugar muy grande, precioso, hay respeto, educación, humanidad, simpatía, pero abunda la hipocresía en un sector importante y por eso, he preferido ser feliz conmigo misma, con el Señor, mis pequeños, mi auxiliar y las pocas, pero muy pocas personas que yo elijo, para estar con ellas de conversación o como posibles amigas o amigos, que en este caso, los cuento con los dedos de mis manos.

Prefiero y son más comprensivos mis vecinos, que me admiran, me tienen mucho afecto y me protegen, que a otras gentes, que van de buenos y serviciales y tan solo son dignos de lástima pues son muy prepotentes y solo saben hacer daño o salir corriendo cuando les dices la verdad de lo que piensas o sientes y descubres, que son unas insociables ingratas, que no ven mas allá de su propia barriga..., pero eso sí ¡ELLAS O ELLOS SON PERFECTOS!..